España garantiza las inversiones de sus empresas en Cuba, pese a las amenazas de demandas por parte de la administración Trump y a supuestos retraso en el pago de deudas por parte del gobierno de Díaz Canel.

 

Como primera medida de buena voluntad, España anunció este lunes la activación de un plan para reconvertir 375 millones de euros de deuda que le tiene la isla en proyectos de infraestructura en Cuba.

 

«Es una buena noticia que va a permitir seguir desarrollando inversiones de empresas españolas en Cuba y reforzando sus lazos», dijo la ministra de Industria, Comercio Exterior y Turismo, Reyes Maroto, en una conferencia de prensa en La Habana.

 

El anuncio ocurre en momentos en que Estados Unidos arrecia el embargo económico que aplica contra Cuba desde 1962, mientras la Unión Europea se convierte en el mayor socio comercial de la isla.

 

A través de un programa de conversión de deuda, parte del dinero que tiene pendiente de pago Cuba a España se destina a proyectos de inversión que faciliten el desempeño de las empresas españolas con presencia en la isla. Ese dinero no puede ser usado en operaciones comerciales.

 

Cuba ya convirtió exitosamente 40 millones de euros de deuda con España en 16 proyectos que facilitaron las operaciones de empresas españolas de envases y embalajes, fabricación de ron, construcción, sistema ferroviario, perfumería, entre otros, tras un convenio firmado en 2015.

 

El plan que entra ahora en vigencia fue suscrito en 2016 y se activa porque el anterior ya fue gastado en su totalidad, según aclaró la ministra.

 

-Garantiza inversiones-

 

La visita de la ministra a Cuba forma parte de las actividades por la Feria Internacional de Turismo que se realiza esta semana en la isla. Maroto se reunió con unos 120 empresarios españoles, la mayoría de ellos presentes en Cuba en rubros del turismo e industria.

 

En un discurso ante los inversionistas, la ministra aseguró que «desde el punto de vista económico-empresarial (…) se han cumplido algunos de los compromisos que fijamos ambos gobiernos».

 

Entre ellos, los contactos de alto nivel con más frecuencia, como las visitas a España del Vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Ricardo Cabrisas; y del Ministro de Turismo, Manuel Marrero, en enero.

 

El interés en invertir se mantiene pese a que Washington habilitó en mayo sus tribunales para que reciban demandas contra empresas extranjeras que administran bienes en Cuba, nacionalizados después de la revolución de 1959. Se trata del capítulo III de la denominada ley Helms-Burton.

 

La ministra reiteró que la Unión Europea tiene leyes que contrarrestan esa medida -que permiten procesar en Europa a las demandantes- y protegen a sus empresas. Pueden también acudir ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

 

Además crearán oficinas, tanto en La Habana como en Madrid, para informar y mantener la tranquilidad en los inversionistas.

 

Aseguró que existe «el compromiso del gobierno de España, del CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) y Cámara de Comercio de España para, de forma conjunta, defender los intereses de las empresas españolas en la isla».

 

No obstante, pidió que se «aceleren los trámites burocráticos a la inversión española», una preocupación constante de los inversionistas en la isla.

 

Preocupación

 

Pese al interés de invertir, Maroto admitió su preocupación por el atraso en el pago de algunos compromisos de la isla con España.

 

«El hecho que hay impagos, con un volumen que estimamos en torno a los 300 millones de euros genera incertidumbre y está afectando negativamente a muchas de las empresas españolas que invirtieron en Cuba y venían con expectativas de generar riqueza en este país», comentó.

 

Muchas de esas empresas son proveedores de mercancías a Cuba.

 

En su visita en noviembre de 2018 el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ya había abordado este tema con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

 

Cuba ha renegociado exitosamente deudas con el Club de París y Rusia. Sin embargo, los atrasos en sus reformas económicas y el bloqueo estadounidense le han generado problemas de liquidez.

 

«Se valoraría muy positivamente que se produjera el pago inmediato de una parte de la deuda contraída con las empresas exportadoras, especialmente las deudas más antiguas», consideró Maroto.

 

La ministra insistió en que Cuba debe establecer un cronograma que asegure los pagos en un tiempo «gradual pero certero».

 

(AFP)