Un total de 37 paquetes de poco más de un kilogramo de cocaína, perfectamente ordenados dentro de una maleta de cabina, fueron hallados en el equipaje que llevaba consigo el sargento brasilero Manoel Silva Rodrigues.

 

Así fue descubierto este narcotraficante, escolta del presidente brasilero Jair Bolsonaro, en su viaje a la cumbre del G20 en Japón el pasado 25 de junio, detenido en el aeropuerto de Sevilla por parte de la Guardia Civil española.

 

La fotografía que fue tomada por el equipo de el diario El País muestra los 39 kilos de cocaína empaquetados en bloques similares y envueltos en una cinta de color beige. Sería a través del escaneo del equipaje de mano de este guardaespaldas que se descubrió que intentaba contrabandear 39 kilos de la droga.

 

El exsargento fue detenido por la policía española y ya se encuentra en la prisión de Sevilla I. La policía, a su vez, continúa las pesquisas para determinar a quién sería entregada esta maleta en territorio español, pues la hipótesis que se maneja es que Silva Rodrigues era una simple mula.

 

Al parecer, Silva no contaba con que tendría que pasar por control alguno al pisar territorio español, se estima que el valor del cargamento de droga está cerca de los 1,3 millones de euros.

 

La prensa y la sociedad brasilera aún no salen de su asombro. Para Jair Bolsonaro, es un hecho lamentable y además afirmó en dos ocasiones que era una lástima que no hubiesen detenido a Silva Rodrígues en Indonesia, donde el castigo para tal fechoría es la pena de muerte.

 

Bolsonaro también aseguró, a través de una emisión en Facebook live desde Osaka, Japón, que este no podía ser el primer viaje como mula del sargento “porque nadie en un primer viaje lleva 39 kilos de droga”.

 

Por otra parte, no hay información oficial respecto a si el exsargento y su equipaje pasaron por controles de rigor en el vuelo que salió desde Brasilia hacia la capital andaluza.

 

Silva Rodrigues prestó 19 años de servicio en la Fuerza Aérea de Brasil y tenía ya tres años como parte del equipo de confianza encargado de la seguridad de los jefes de Estado y otras personas en cargos de jerarquía nacional. El exsargento participó en 19 viajes incluyendo algunos con los entonces presidentes Temer y Dilma Rousseff.

 

Son más de 300 mil miembros de las fuerzas armadas brasileras implicados en casos de narcotráfico, entre 2010 y 2017 fueron condenados 648 oficiales brasileros por casos relacionados con drogas.

 

Esto sucede en el Gobierno del presidente que se ha rodeado más de militares en su gestión que cualquier otro durante el período democrático de Brasil.

(LaIguana.TV)