Los Estados Unidos se consagraron como campeones de la IV edición del Clásico Mundial de Béisbol al vapulear 8-0 a Puerto Rico en la final disputada en el Dodger Stadium de Los Ángeles.
La novena estadounidense, que no había podido alcanzar la instancia final del torneo en sus tres ediciones previas, se encomendó a Marcus Stroman, quien desde la lomita lideró a los norteamericanos a levantar su primer título.
El diestro de los Azulejos de Toronto consiguió limitar a la potente ofensiva boricua a solo un imparable en sus seis innings de labor.
Los dirigidos por Jim Leyland comenzaron a labrar su sendero al título en la tercera entrada con un par de carreras producto de un cuadrangular del camarero Ian Kinsler.
Más tarde, Christian Yelich y Andrew McCutchen se combinaron para traer un par de anotaciones más a la causa estadounidense.
En el último tercio del partido los sencillos de Brandon Crawford, Giancarlo Stanton y McCutchen trajeron las anotaciones finales entre el séptimo y octavo capítulo.
JUGADOR MÁS VALIOSO
Stroman, además de apuntarse el triunfo del partido, fue el elegido por los organizadores como el MVP del campeonato.
