El buque iraní Bavand partió ayer lunes del puerto de Paranagua, en Paraná (sur de Brasil), rumbo a Irán, luego de que la empresa estatal Petrobras decidiera proveerle combustible tras haber permanecido varado más de 50 días.

 

Petrobras revertió su medida después de que la Corte Suprema de Brasil ordenara el miércoles el abastecimiento de combustible tanto al Bavand como al Termeh, otro buque iraní, que también enfrentó las restricciones de la compañía Petrobras.

 

Termeh abandonó Paranagua hace dos días y ya se encuentra en el puerto Imbituba, donde cargará maíz antes de regresar a Irán. Los dos buques volverán al país persa con una carga de 100 mil toneladas de maíz por un valor de aproximadamente 26,5 millones de dólares.

 

Bavand y Termeh se habían estancado en Brasil debido a que Petrobras evitaba proveerles combustible por temor a infringir las sanciones impuestas por Estados Unidos en contra de Irán.

 

En reacción, Irán amenazó con cortar sus importaciones desde Brasil, si no reabastecían a los dos barcos. Así, el Gobierno brasileño perdería casi 2 mil millones de dólares que gana al año en exportar productos como maíz, carne y azúcar a Irán.

 

Brasilia y Teherán han tenido durante mucho tiempo buenas relaciones políticas y económicas. La República Islámica es uno de los mayores importadores de los productos agrícolas de Brasil mientras este es buen cliente para los productos petroquímicos iraníes.

 

Los buenos lazos entre Irán y Brasil podrían verse afectados por la llegada al poder de Jair Bolsonaro, presidente brasileño conocido por ser firme partidario tanto del carácter como de las políticas de su par estadounidense, Donald Trump, quien retiró en mayo de 2018 a Washington del acuerdo nuclear de 2015 y adoptó una política de “máxima presión” contra Irán, imponiéndole varias rondas de sanciones, en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).

 

(HispanTV)