Comenzó a regir en Argentina el decreto del Gobierno de Mauricio Macri para reducir un 21% el precio de cientos de artículos de la canasta alimentaria. La medida busca resolver el problema provocado por la caída del peso argentino, con precios absurdos que incluyeron 71 dólares por un kilo de arroz en un supermercado.

 

Los supermercados argentinos ya comenzaron a aplicar el descuento del 21% en el precio de una canasta de productos de primera necesidad decretado por el Gobierno de Mauricio Macri tras el rechazo del electorado que se manifestó en las elecciones primarias del pasado 11 de agosto.

 

Las principales cadenas de supermercados de Argentina ya anuncian la vigencia del descuento, correspondiente a la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), fijado en un 21% del precio de venta.

 

La medida abarca a 13 categorías de productos consumidos habitualmente en el país: aceite de girasol, maíz y mezcla, arroz, azúcar, conservas de frutas, hortalizas y legumbres, harina de maíz, harina de trigo, huevos, leche, pan, pan rallado, pastas secas, yerba mate y yogur.

 

En el decreto, firmado el 15 de agosto por el presidente Macri, el Gobierno reconoce que «dado el contexto económico y social imperante, se considera necesario establecer que la venta de ciertos productos de la canasta alimentaria estará alcanzada por una alícuota equivalente al cero por ciento (0%) en el Impuesto al Valor Agregado».

 

Asimismo, el texto del decreto admite que «la falta de suministro de productos en el mercado provoca un grave impacto, con el consiguiente perjuicio de la sociedad toda, requiriendo medidas urgentes por parte del Gobierno Nacional».

 

En efecto, la fuerte depreciación del peso argentino que se registró a partir del lunes 12 de agosto, como consecuencia del resultado electoral favorable al candidato opositor Alberto Fernández, complicó la operativa de supermercados y otros comercios minoristas, que quedaron sin precios de referencias para sus productos.

 

71 dólares por un kilo de arroz: la locura postelectoral en el mercado

 

Uno de los casos más llamativos se registró en San Juan, capital de la provincia homónima al noroeste de Argentina. Según recogió el periódico local Diario de Cuyo, varios de los productos ofrecidos por una conocida cadena de supermercados se encontraban sin precio, aunque ofrecían promociones de ‘dos por uno’ o descuentos en la segunda unidad.

 

La sorpresa se daba al momento de pagar las compras. Así fue cómo una mujer descubrió que un paquete de un kilo de arroz dorado costaba 3.899 pesos argentinos(71 dólares). Además, pretendía llevar tres paquetes de fideos ‘tirabuzones’, pero cada uno se vendía por 2.599 pesos argentinos (unos 47 dólares).

 

Ambos productos, de la marca Molinos Ala, volvieron a sus góndolas tras el susto de la clienta, que solicitó inmediatamente su devolución. Y es que tales valores superan en 100 y 50 veces los precios regulares que otros comercios piden por esos mismos artículos.

 

De acuerdo a la prensa local, cuando la mujer preguntó la razón del exorbitante precio, los empleados del supermercado se sinceraron: «Es para no venderlos». La clienta denunció la situación ante la Dirección de Defensa del Consumidor de la provincia de San Juan, que le comunicó que enviarán inspectores para corroborar la irregularidad.

 

El viernes 16, entrevistado por el canal 13 local, el director de la repartición, Elías Álvarez, se mostró preocupado por el efecto que la devaluación del peso tuvo en los comercios de todo el país tras las elecciones primarias del 11 de agosto.

 

Álvarez confirmó, que algunos supermercados de la provincia no repusieron sus stocks debido a la incertidumbre en torno al dólar, lo que explicaría la política del supermercado de San Juan de evitar comercializar determinados productos.

 

«En general, sobre todo en los grandes supermercados, hay stock pero, más allá de alguna remarcación, estaban a la espera de que el valor del dólar se estabilizara para definir qué aumento va a haber», explicó.

 

El jerarca, que no se refirió al caso puntual, consideró que por el momento no puede hablarse de un desabastecimiento en las góndolas de los supermercados, ya que «no hemos notado faltante de productos de primera necesidad».

 

(sputniknews.com)