La capital de la comunidad autónoma de Cataluña es testigo de numerosas manifestaciones desde mediados de octubre. Tanto la Policía catalana como la Policía Nacional española han tratado de contener las protestas desde entonces, en ocasiones protagonizando momentos de tensión con los manifestantes más violentos y utilizando gas lacrimógeno, pelotas de goma y un cañón de agua. Se han quemado contenedores y más de una decena de vehículos.

 

«Llegaremos tan lejos como el pueblo quiera», aseguró a los periodistas el presidente catalán, Quim Torra, antes de desfilar junto a riadas de manifestantes por la calle Marina de la capital catalana.

 

Bajo el lema «Libertad», partidarios de la independencia procedentes de toda Cataluña volvieron a responder positivamente a la llamada de los líderes catalanes y se manifestaron en un ambiente festivo aunque altamente reivindicativo.

 

Las protestas comenzaron en Barcelona y siguieron en las grandes ciudades de Cataluña después de que el 14 de octubre se conociese la sentencia. Nueve de los líderes independentistas que habían organizado el referéndum sobre la independencia de Cataluña de 2017 fueron condenados por sedición, desobediencia y malversación, y enviados a prisión con penas de entre nueve y trece años.

 

(Sputnik)