La noche del pasado miércoles, el autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, Juan Guaido, despidió a su embajador en Colombia, Humberto Calderón Berti, al parecer por intentar sacarlo del juego político, mediante un complot con supuestos funcionarios revolucionarios, quienes dictaban directrices a través de un grupo de WhatsApp.

 

Una fuente anónima próxima a Guaidó dijo que “se descubrió que Calderón Berti, estaba en una conspiración paralela para sacarlo del juego” y se comunicaban mediante la famosa aplicación de mensajería para teléfonos inteligentes, según prensa nacional.

 

“Les encontraron las conversaciones en un grupo de Whatsapp donde detallaban todo; estaba un tipo de apellido Catón o Caten, de la embajada, y otras dos personas”, detalló el informante opositor a medios nacionales.

 

En ese supuesto complot “están implicados un asistente de Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia; uno del Ministro de Defensa, y alguien de mucho peso ligado a los medios de comunicación, para lograr que finalmente se diera la transición”, afirmó la fuente.

 

La persona que no quiso identificarse, por miedo a represalias, dijo, según prensa nacional, que Calderón Berti “tampoco pudo justificar las denuncias sobre malos manejos administrativos con la ayuda humanitaria que llegó a Cúcuta y todo eso generó una situación extraña y difícil de digerir”.

 

Cabe recordar, que Calderón Berti presentó ante el Ministerio Público colombiano una denuncia contra dos colaboradores del también Presidente del Parlamento en Caracas, en desacato, por el desvío de unos 100 mil dólares, destinados a ayudar a supuestos militares venezolanos que habían desertado y se encontraban en Cúcuta.

 

El «embajador» despedido dijo entonces que fue alertado de esas irregularidades por los servicios de inteligencia colombianos y sostuvo que entre las pruebas había “facturas adulteradas, relaciones de gastos sin comprobantes y malversación de algunos de los recursos”, según recordaron agencias internacionales.

 

Los resultados de esa investigación, que Calderón Berti aseguró entonces que se llevaría “hasta las últimas consecuencias”, no fueron publicados aún.

 

(LaIguana.TV)