El pasado miércoles se conoció que el empresario venezolano Alejandro Betancourt se reunió en España con el abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani, para pedirle que lo ayude a persuadir al Departamento de Justicia que abandone la investigación que pesa sobre él de lavado de dinero en Florida.

 

Medios internacionales revelan que Betancourt le presentó a Giuliani al autodenominado «presidente interino» Juan Guaidó para demostrar sus «esfuerzos» y aportes financieros en la cruzada del diputado opositor contra el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

 

La reunión surtió efecto y Giuliani instó, un mes más tarde, al Departamento de Justicia a que actuara con cautela en el caso Betancourt. Esto lo reveló Lev Pernas, un exasociado a Giuliani, quien afirmó que «La cridibilidad de Lev Pernas no vale nada», dijo en entrevista telefónica para Reuters.

 

El Departamento de Justicia no se pronunció al respecto por las acusaciones. Betancourt y su abogado Frank Wohl también guardan silencio ante los señalamientos, mientras que Guaidó niega conocer a Betancourt, revela la citada agencia de noticias.

 

En septiembre de 2018 el diario El País español publicó un reportaje explicando que en los últimos 15 años, varios venezolanos vinculados con las tramas de corrupción que ha destapado el Ministerio Público en los últimos meses, han introducido en España más de 160 millones de euros.

 

Uno de los señalados en el reportaje es Alejandro Betancourt, quien amasó una gran fortuna con contratos para construir plantas eléctricas pese a no tener experiencia en el sector. Entre las propiedades inmobiliarias que posee sobresale una finca de 1.400 hectáreas (60 de ellas de regadío) coronadas por una gran mansión. El complejo tiene un valor de unos 25 millones de euros.

 

(LaIguana.TV)