El encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el diputado Juan Guaidó generó una euforia mayúscula en la derecha venezolana, una suerte de orgasmo colectivo, pero no cambiará nada respecto al alicaído liderazgo del autoproclamado, quien ya no tiene capacidad de convocatoria de masas e incluso fue objeto de una rebelión interna en su propósito de mantenerse como presidente de la Asamblea Nacional. 

 

Este fue uno de los planteamientos centrales del filósofo y comunicador político Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde donde sea, transmitido este jueves 06 de febrero a través de plataformas digitales. El tema de las andanzas de Guaidó en lo que llamó «su gira-tour» compartió el tiempo del programa con el de las primeras y muy explosivas declaraciones en Caracas de la exsenadora colombiana Aída Merlano, en lo que parecen ser apenas lo prolegómenos de un gran escándalo que tocará a buena parte de la élite política neogranadina.

 

El orgasmo colectivo

 

Pérez Pirela abordó en primer lugar el encuentro de Trump con Guaidó, que se produjo luego de varios días de expectativas y crisis de nervios. «Había desconcierto, lo digo sin ironía, porque Trump jugaba golf o asistía al Super Bowl y nada que recibía a Guaidó.  Borges y Smolanski estaban preocupados por al figuraccia, como dicen los italianos a poner la torta, lo que hubiera pasado si no lo recibía. Luego lo recibió y generó un orgasmo colectivo para la derecha y especialmente en Voluntad Popular y Primero Justicia, que presentaron el hecho como la bajada de Nuestro Señor Jesucristo».

 

Analizando el contenido de lo dicho por Trump cuando presentó a Guaidó en el Congreso de Estados Unidos, Pérez Pirela advirtió que fueron afirmaciones realmente graves contra las venezolanas y los venezolanos, pues amenazó con aplastar al gobierno de Nicolás Maduro. 

 

«Ese fue un acto de absoluta barbarie, en contra de todos los protocolos y la diplomacia que se ha tratado de aplicar en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial. Lo más grave es que puñado de venezolanos estén celebrando no solo la reunión, sino esas amenazas y la posibilidad de que vengan mayores imposiciones, sanciones y bloqueos».

 

A su juicio, aplaudir la vagabundería de un diputado que va a pedir invasión y bloqueo es una demostración de que la derecha no tiene un mínimo de nacionalismo. «Resulta triste que  este puñado de opositores haga una algarabía porque un diputado venezolano es recibido  por el presidente de EEUU, que está en campaña y dice que nos va a aplastar. Es de una gravedad que se escapa de vista». 

 

El comunicador se planteó responder a la interrogante de si el recibimiento de Trump a Guaidó y el aplauso que le brindaron las dos fracciones partidistas en el Congreso estadounidense cambia algo para la oposición en lo interno.

 

«¿Será que ahora si van a llenar de gente Montalbán y Bello Monte, por solo mencionar los lugares donde fracasaron los últimos intentos de Guaidó de realizar una concentración, antes de irse a su gira-tour? ¿Será que van a llenar la autopista Francisco Fajardo o la avenida Bolívar? -inquirió-. ¡No, no, no! El impacto en la cotidianidad es nulo. No cambia la correlación de fuerzas ni mucho menos da respuesta a los problemas de la gente en materia de costo de la vida o de transporte. Pensar que esto cambia las cosas es pura  ignorancia de politiqueros y de grupúsculos de periodistas y de gente de VP y PJ que no entienden al país».

 

Recomendó recordar que esta no es la primera vez que se recibe a personajes venezolanos en la Casa Blanca. «Antes Trump se había reunido con la esposa de Guaidó y con Lilian Tintori. Y si nos remontamos más atrás, María Corina Machado se reunió con Bush. Siempre presentan estos encuentros como el apocalipsis, como que ahora sí cae el gobierno… y no ha pasado nada. Tampoco va a pasar esta vez. Esta es una operación de marketing político de EEUU para ponerle una máscara de oxígeno al políticamente moribundo Juan Guaidó, quien ha fallado en todos los intentos, desde el magnicidio y el golpe de Estado hasta la entrada a la fuerza de la ayuda humanitaria, pero sobre todo fracasó cuando casi 40 diputados se le fueron y le colocaron otro presidente en la AN». 

 

«Los resultados negativos del año pasado hacen que Guaidó comience 2020 en la debacle y entonces sacan del sombrero esta gira-tour. Y tenía que cerrarse con broche de oro (aunque yo diría que ese broche es de otra cosa), con un encuentro con Trump. Estuvieron semanas tratando de que lo recibieran. Finalmente lo recibe en el Congreso de EEUU y lo aplauden demócratas y republicanos. La verdad es que EEUU está en campaña electoral y tanto republicanos como demócratas lo usaron como pelele porque les interesan los votos de Florida. Lo usan para ganar votos. Se lo pelean como tonto útil. Por eso la Pelosi lo aplaude tanto como Trump. El caso de Venezuela está completamente manipulado y por eso ambos partidos lo aprovechan. Pero Guaidó sigue vacío, desinflado políticamente».

 

Invasión y plata

 

De acuerdo a la interpretación de Pérez Pirela, debe quedar claro que Guaidó fue a EEUU a pedir dos cosas: invasión y plata. «Fue  pedir una invasión, aunque no tiene los pantalones bien puestos como para decírselo abiertamente al pueblo venezolano. Y, sobre todo, fue a pedir dinero. Ahora mismo está reunido con la USAID, que es la financista de los golpes de Estado y las acciones desestabilizadoras en el sur del mundo y hasta en países que no son del sur».

 

Señaló que es muy peligroso instigar a un gobernante empeñado en ser reelecto, como Trump, quien este año quería su guerra en Irán, pero tuvo que echar para atrás por la contundente respuesta que le dio el país persa, que incluso  bombardeó bases militares gringas, acciones en las que murieron estadounidenses, ante las cuales Trump prefirió guardar silencio.

 

Comparó a Guaidó con Quico, el personaje de la antigua serie mexicana El Chavo, quien acostumbra meterle chismes a su mamá para que ella salga a defenderlo.

 

«No podemos seguir pensando que la política venezolana se va a resolver en los corredores de Washington. Ellos tienen sus propias contradicciones. Vimos como Pelosi, una dama, quedó con la mano extendida porque Trump no quiso saludarla, y vimos como, cuando Trump termina el discurso, ella lo rompe. En medio de esas contradicciones aparece Juan Guaidó chupando medias a los dos bandos para que sean más fuertes las presiones contra Venezuela».

 

Como acotación, señaló que el publicitado acto de Guaidó con los venezolanos residentes en el estado de Florida fue una prueba de que allá tampoco tiene ninguna influencia. «Hay 200 mil venezolanos en Florida y fueron solo 1 mil 800 al acto de Guaidó. Y eso que se inventaron todos los trucos para hacer ver que fue un gran acto de masas. No pudieron ocultar el fracaso».

 

Concluyó que mal puede hablarse de un triunfo en la gira internacional, sobre todo porque la foto con Trump no va a servirle para mejorar su capacidad de convocatoria ni siquiera en las zonas de clase media de Caracas. «Es alegría de tísico de una oposición entregada, cuya única propuesta es que Trump nos invada o bloquee más a Venezuela. Ese encuentro con Trump no tiene ningún impacto. No sirve de nada, como no sea para que el pueblo sepa que EEUU va a tratar de ahorcarnos todavía más.

 

Dijo que en Venezuela la vida continúa. La Asamblea Nacional, la Asamblea Nacional Constituyente y  el Poder Judicial están funcionando. Mientras tanto, el paraestado que ha intentado montar la oposición no pasa de ser un show. «Hay dos tribunales supremos paralelos y se pelean porque Guaidó se reunió con uno y no con otro -indicó, como ejemplo-. La AN (presidida por Luis Parra) creó comisión para investigar qué se está haciendo con los 657 millones de dólares que ha recibido Guaidó.  Qué pasó con Citgo, con Monómeros. Por eso, algunos partidos, como AD se están alejando poco a poco porque quieren participar en las elecciones parlamentarias».

 

Merlano soltó la sopa

 

El segundo tema tocado en esta emisión de Desde donde sea fue el de las primeras declaraciones emitidas ante el tribunal de la causa por la exsenadora colombiana Aída Merlano, prófuga de la justicia de su país, detenida en Maracaibo y sujeta a extradición.

 

«La congresista que se le escapó a Duque dijo que él sabía bien dónde estaba y que quienes la ayudaron a escaparse lo que querían hacer en realidad era asesinarla. También dijo que Uribe repartió dinero para comprar elecciones y que Santos recibió dinero de Odebrecht. Como dicen por ahí, está soltando la sopa».

 

Pérez Pirela se basó en los reportes periodísticos de la revista Semana desde el Palacio de Justicia de Caracas para relatar diversos detalles del testimonio de Merlano, quien señaló directamente a Julio Gerlein y a integrantes de la llamada casa Char (clan político de la zona costeña del Caribe) como quienes la ayudaron a escapar espectacularmente, pero luego la mantuvieron, en la práctica, secuestrada y pretendían matarla para evitar que cuente todo lo que sabe acerca del ilegal negocio de la compra de votos.

 

También dio detalles que hablan de los niveles a que ha llegado la élite política colombiana. La hija de la excongresista, de nombre Aída Victoria, fue a hablar con Julio Gerlein, el hombre al que considera su padre (porque tuvo una relación sentimental con la exsenadora), y este, en lugar de darle aliento, le dijo que iba a ser necesario darle 17 tiros a su mamá porque está hablando de más.

 

Describió cómo iba vestida Medrano en su comparecencia al tribunal y lo resumió con la frase «como si estuviera en Miss Venezuela”. Resaltó que la exparlamentaria ha dicho que en Venezuela la han tratado mucho mejor que en Colombia, punto en el que coincide con casi todos los colombianos. «Esto seguro que dejó a la sociedad bogotana boquiabierta porque ella asegura que se siente segura desde que está en Venezuela. Es decir que la supuesta dictadura venezolana le da trato humano, mientras en la democracia de Colombia la secuestraron, abusaron de ella y querían matarla. Debido a eso tuvo que ingresar ilegalmente a Venezuela, por lo que presentó excusas. También pidió que su caso sea llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos».

 

Glosando el reporte de un periodista que cubrió la declaración para un medio colombiano, destacó que Merlano no pudo formular las denuncias en su país porque afectan la estructura misma de la parapolítica colombiana. «La semana pasada citamos a un dirigente colombiano que dijo que 60% de la clase política de su país podía caer con las declaraciones de Merlano. Ahora empezamos a verlo. En estos primeros testimonios, habló de Uribe, de Santos y del exfiscal general Néstor Humberto Martínez, quien tapó la olla podrida de los expresidentes y congresistas».

 

Tomando en cuenta estas primeras declaraciones, especuló que seguramente la exsenadora tendrá algo que decir sobre las relaciones del gobierno de Iván Duque con la banda narcoparamilitar Los Rastrojos, aliada de Juan Guaidó. «Por cierto, tanto que la oposición habla de la foto de Guaidó con Trump, pero no dicen ni pío sobre las fotos con Los Rastrojos», comentó.

 

El programa, que se emitió esta vez en Caracas, tuvo participación activa de usuarias y usuarios de diversas zonas de la ciudad capital, así como de localidades de Lara (Barquisimeto, El Tocuyo, Cabudare), Miranda (Petare, Guarenas, Guatire, San Antonio de los Altos) Anzoátegui (Barcelona, Puerto La Cruz, Puerto Píritu), Zulia (Sabaneta de Maracaibo), Aragua, Sucre, Guárico (San Juan de los Morros), La Guaira (Catia La Mar), Nueva Esparta (Porlamar), Yaracuy (San Felipe), Carabobo (Valencia). También se recibieron mensajes de Estados Unidos (Nueva York, Houston), España (Madrid, Barcelona, Oviedo), Chile, Brasil, Argentina, Australia, Rusia y Perú.

 

Pérez Pirela agradeció al público por las 20 mil visitas directas recibidas por el programa de la semana anterior, que sumadas a las entradas que tuvieron los tips de esa emisión en la web de LaIguana.TV, completan más de 100 mil visitas en total. 

 

(LaIguana.TV)