Más de un centenar de médicos han urgido al Reino Unido y a Australia a acabar con la «tortura» al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, encarcelado en la prisión británica de alta seguridad de Belmarsh a la espera de que se resuelva una petición de extradición a Estados Unidos.

 

En una carta abierta publicada este lunes 17 de febrero en la revista científica The Lancet, 117 especialistas de 18 países denuncian que desde que los médicos comenzaron a evaluar en 2015 a Assange en la Embajada de Ecuador en Londres donde se hallaba refugiado, sus opiniones de expertos y recomendaciones urgentes «han sido ignoradas constantemente». Al mismo tiempo, recuerdan que el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para la Tortura, Nils Melzer, ha alertado de que el periodista ha comenzado a exhibir signos de tortura psicológica.

 

«Condenamos la tortura de Assange. Condenamos la negación de su derecho fundamental a una atención médica adecuada. Condenamos el clima de miedo que rodea la provisión de atención médica para él. Condenamos las violaciones de su derecho a la confidencialidad médico-paciente», escriben los firmantes de la carta, que advierten de que «no se puede permitir que la política interfiera con el derecho a la salud y la práctica de la medicina».

 

«Si Assange muere en una prisión del Reino Unido, como alertó el relator especial de la ONU para la Tortura, habrá sido, efectivamente, torturado hasta la muerte», denuncian los signatarios, que añaden que la profesión médica «no puede permitirse el lujo de permanecer en silencio, del lado equivocado de la tortura y del lado equivocado de la historia mientras se desarrolla tal parodia».

 

En este contexto, los firmantes hacen un llamamiento a los gobiernos para que «pongan fin a la tortura» de Assange y garanticen «su acceso a la mejor atención médica disponible antes de que sea demasiado tarde».

 

«La contribución de Assange al periodismo es innegable»

 

De manera paralela, la asociación Reporteros sin Fronteras (RSF) publicó una petición en la que insta al Gobierno británico a no acceder a la solicitud de EE.UU. de extraditar a Assange.  

 

La petición, firmada ya más de 20 mil veces, explica que el activista afronta 18 cargos en EE.UU. —17 de ellos por violar la Ley de Espionaje— debido a su papel en la publicación de importante información sobre las guerras emprendidas Washington. La difusión de esos documentos «fue claramente de interés público y no un acto de espionaje», asegura la asociación, subrayando que «la contribución de Julian Assange al periodismo es innegable».   

 

(RT)