Este lunes 3 de febrero la hija del Comandante Hugo Chávez, María Gabriel Chávez, leyó una carta que le entregara que su padre 10 días después de la insurrección militar del 4 de febrero de 1992.

 

La lectura la hizo durante la transmisión de una emisión especial del programa Con el mazo dando, en el que el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, recordó dicha gesta, especialmente el papel que jugaron los familiares de los que se alzaron ese día.

 

«Esta carta me la entregó mi padre el 14 de febrero que fue el día que lo vimos por primera vez después del 4 de febrero. No sabíamos nada de mi padre hasta ese día y cada uno de sus hijos nos dio un escrito», comentó María Gabriela Chávez.

 

A continuación reproducimos la carta:

 

Caracas 14 de febrero de 1992

 

María Gabriela, novia mía

 

Hola corazón de papá, quiero que sepas que día y noche te llevo en mi pecho y en mi mente, me alegra mucho saber que estás bien, yo como siempre orgulloso estoy de contar con una hija como tú, linda inteligente y muy valiente.

 

María yo estoy bien de salud y sobre todo tranquilo de conciencia, hice lo que tenía que hacer con la esperanzas que las cosas cambien, con la ilusión bolivariana de que haya patria para ustedes, para que haya un mundo mejor en el futuro, un mundo donde no haya tanta injusticia y corrupción, donde los niños tengan comida, vivienda, medicina, juguetes, escuela, todos los niños de Venezuela, tu ya eres una señorita y seguro que me comprendes

 

Lo único mamita es ya no voy a poder estar muy cerca de ti y de ustedes como antes, pero mi corazón y mi espíritu siempre  estará allí en la maizantera y donde quieran que vaya.

 

Recuerda la aplicación al estudio y a la lectura, así como al arte y a la música, ello te cultivará ese espíritu libertario que llevas por dentro, igual que el deporte para tener mente sana y cuerpo sano, no dejes de ir a la piscina, cuídate mucho.

 

Te encargo mucho al niño, anímale para que aprenda a tocar Cuatro, para que escriba cuentos y dibuje, para que siga asistiendo a natación y a béisbol, pero cuídamelo por favor.

 

Ya me despido María mía, con la esperanza de verte pronto y con el amor más grande de Papá.

 

Hugo Rafael Chávez Frías 

 

(LaIguana.TV)