El contagio de 21 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana como parte del brote de Covid-19 surgido en Margarita se debe, al parecer, a que algunos efectivos del cuerpo militar prestaban servicios también como personal de custodia o como conductores de la escuela de béisbol de la localidad de Pedro González.

 

“Cada vez que llegaba gente a visitar la escuela, quienes los traían eran guardias nacionales”, confió una persona que trabaja en el área del hospedaje en este  pueblo del municipio Gómez, al norte de Margarita.

 

El trabajo de los guardias nacionales con la escuela es parte de un fenómeno que lo ocurrido con el Covid-19 ha hecho más notorio: la academia de béisbol se había convertido en el motor de Pedro González y de algunos pueblos vecinos, como Altagracia, Las Gamboas e, incluso, algunos sectores de la capital del municipio, Santa Ana del Norte. Muchas personas habían encontrado allí una fuente de empleo o una oportunidad para reanimar sus negocios y emprendimientos.

 

El movimiento económico generado por la escuela deportiva ha ayudado a una zona que, como toda la isla, ha sido afectada severamente por los problemas económicos del país, en particular por la disminución notablemente de los flujos turísticos.

 

Pedro González, un pueblo que conjuga montaña y costa, tiene como fuentes de empleo algunos hoteles cercanos, como Hesperia y Dunes, y varias posadas y restaurantes en las playas Zaragoza y Puerto Cruz. En la zona rural han prosperado últimamente los cultivos de diversas hortalizas y frutas. En el pasado hubo siembras de sábila destinadas a la exportación, a cargo de grupos religiosos que también realizaban retiros en la zona. Pero desde que se instaló la academia, buena parte del pueblo comenzó a girar en torno a ella.

 

“Hicieron mal al no respetar la cuarentena, pero la gente acá está angustiada porque si la academia deja de funcionar, muchas familias van a salir perjudicadas”, comentó el trabajador antes mencionado.

 

La academia, que opera en un terreno al parecer cedido en comodato por la gobernación de Nueva Esparta, se mantuvo funcionando a pesar de la suspensión de las actividades escolares, lo que causó la peor propagación del coronavirus registrada hasta ahora en Venezuela, afectando a deportistas adolescentes, personal técnico y de servicio, familiares de estos, personas de la comunidad y, según se supo el lunes, hasta 21 efectivos de la GNB.

 

La fuente inicial del contagio habría sido una persona que viajó a República Dominicana y luego llegó a la academia donde, a pesar de la cuarentena, se realizaría un tryout, es decir, una exhibición de las facultades de los jóvenes peloteros considerados prospectos de Grandes Ligas, para que fueran vistos, y eventualmente contratados, por un scout del equipo estadounidense Filis de Filadelfia.

 

(Clodovaldo Hernández / LaIguana.TV)