La edición 94 del programa Desde Donde Sea, conducido por el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, estuvo dedicada a analizar extensamente la discusión del «caso Venezuela» que este miércoles tuvo lugar en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, a solicitud de la Federación de Rusia. 

 

En ese orden de ideas, Pérez Pirela destacó que la intervención del Gobierno venezolano, a través de Samuel Moncada, quien ejerce como embajador en la ONU, pretendía llamar la atención sobre la flagrante violación a los Derechos Humanos que hoy ejercen la Administración de los Estados Unidos y sus aliados sobre 30 millones de venezolanos por todos los flancos y de lo que poco se habla en la arena internacional, enfocada a catalogar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro de «régimen» antidemocrático. 

 

Para sustentar su disertación, aludió a los cuatro titulares de las noticias más relevantes de la jornada publicadas en el portal de LaIguana.Tv: 1) «Hemos tenido una gran victoria ante el Consejo de Seguridad», palabras que pronunciara el Jefe de Estado; 2) Samuel Moncada a Estados Unidos y a Colombia: «Venezuela no está en venta«, 3) «Si nos atacan, la respuesta será contundente», frase pronunciada por el ministro de Defensa de la República Islámica de Irán, en ocasión de las amenazas de la Administración Trump por enviar buques con gasolina a Venezuela y 4) El terrorismo opositor fue financiado por Estados Unidos y Colombia, afirmación del embajador Moncada en la ONU. 

 

Aludiendo a la persecución emprendida por Estados Unidos contra los cinco buques tanqueros que trasladan gasolina a Venezuela, el analista reiteró que un ataque a estos navíos podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial y que este evento, lejos de considerarse una acción aislada o una disputa entre dos naciones, exigía elaboraciones desde la geopolítica con altas dosis de racionalidad, puesto que nuestro país está envuelto en una tensión sin precedentes. 

 

De otro modo, indicó, no es posible comprender porqué, frente al destemplado reclamo del secretario de Estado, Mike Pompeo, que exigió a Irán no entrometerse en su política de asedio a Venezuela, en realidad se está declarando una guerra en todos los ámbitos contra el país. 

 

De allí que hoy, durante su intervención en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el embajador Moncada ofreciera pruebas contundentes que demuestran que Estados Unidos y Colombia participaron en la planificación de un plan de invasión para deponer al Gobierno Bolivariano y facilitaron el adiestramiento y financiación de un ejército mercenario. 

 

Adicionalmente, refirió, en el «plan de guerra» que adelantaron esas naciones en contra de Venezuela, se perseguían tres objetivos: 1) El asesinato de civiles, 2) el asesinato selectivo de altos personeros gubernamentales y 3) El asesinato del presidente Nicolás Maduro y, en ese sentido, Samuel Moncada resaltó enfáticamente que hoy se sigue amparando a terroristas y mercenarios que ejecutaron estas acciones. 

 

Asimismo, en alusión a la intervención del diplomático frente al Consejo de Seguridad, destacó que durante la fallida incursión armada se violentaron las resoluciones acordadas en esa instancia, que prohíben el uso de mercenarios para atacar a cualquier Estado desde otro Estado y que la violación se hace todavía más grave, porque los agresores forman parte de la ONU y ello les obliga taxativamente a cumplir con la normativa del organismo. 

 

Con el propósito de precisar la importancia de la reunión de hoy, el filósofo explicó a la audiencia la composición del Consejo de Seguridad y su modo de operación: la instancia la componen cinco miembros permanentes con poder de veto –los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial más China– y cinco miembros rotativos, cuya representación dura seis meses. 

 

En ese contexto se discutió hoy el caso venezolano, que contó con el apoyo irrestricto de dos de los miembros permanentes del Consejo: Rusia y China, explicó. 

 

Adicionalmente, aprovechó la ocasión para desmontar la manida matriz de opinión sostenida por la gran prensa desde la autoproclamación de Juan Guaidó como «presidente interino» en enero de 2019, recordando que la Asamblea General de las Naciones Unidas está compuesta por 192 países. Por tal razón, resulta risible que se esgrima como argumento de legitimidad, que Guaidó es «reconocido por 50 países», pues en el contexto internacional, esa cifra no representa ni siquiera la tercera parte de todos cuanto conforman la ONU. 

 

De vuelta a las declaraciones de Venezuela en el organismo, mencionó que nuestro gobierno le exigió reconocer la agresión, cumplir con su labor de mantener la paz y poner freno a las acciones guerreristas de Estados Unidos y Colombia, que, para más, se producen en el contexto de la pandemia de Covid-19. 

 

Otra de las importantes denuncias de Venezuela en el Consejo de Seguridad se refirió al financiamiento de la llamada Operación Gedeón con dinero proveniente del narcotráfico colombiano, específicamente de «Los Pachencas», un cártel que opera en la Alta Guajira y, según revelaran medios de esa nación, dispone de información estratégica provenientes de los cuerpos antinarcóticos de Colombia, Estados Unidos y otros países, que les permite transportar cocaína a sus anchas hacia el país del norte, eludiendo los operativos. 

 

Paradójicamente, comentó el también director de La Iguana.TV, esta acusación emerge cuando es Venezuela quien está siendo acusada por el Gobierno de Donald Trump de narcoestado. 

 

En cuanto a las posiciones de los países aliados en el Consejo de Seguridad, Rusia le reclamó directamente a Estados Unidos y a Europa el haber reconocido «a un impostor como presidente de Venezuela» y le preguntó a la Unión Europea qué opinaba de ese «presidente» que había suscrito un contrato con mercenarios con el cual se pretendía bañar de sangre a Venezuela. 

 

Por su parte, China criticó la violación de la soberanía a cualquier Estado y le exigió al Gobierno estadounidense detener sus agresiones en contra de Venezuela, porque «la prioridad debe ser luchar contra la pandemia, no politizarla», de acuerdo con lo que expresara el portavoz de Beijing en la ONU y que citara el experto. 

 

Más todavía, en clara alusión a las pretensiones imperialistas de Estados Unidos, el Gobierno de Xi Jiping dijo que «América Latina no es el patio trasero de nadie». 

 

De lo anterior se desprende, a juicio de Miguel Ángel Pérez Pirela, que quedó claramente develado que se está produciendo una violación flagrante a los Derechos Humanos de los venezolanos, que han devenido en víctimas del chantaje de Estados Unidos y otras naciones bajo su tutela, porque «no se calan» que se les imponga a sangre y fuego a un presidente como Juan Guaidó. 

 

Lectura recomendada

 

El comunicador recomendó la lectura de «El fin del hombre: consecuencias de la revolución biotecnológica», escrito por Francis Fukuyama. Si bien manifestó no estar de acuerdo con las tesis desarrolladas por el autor y destacó que la pandemia de Covid-19 lo había desmentido, recordó que es importante estudiar textos antitéticos, toda vez que ello propicia el pensamiento crítico y refuerza la noción de democracia.  

 

(LaIguana.TV)

 

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