Medios locales de Estados Unidos han publicado recientemente varias versiones de la misteriosa muerte del millonario financista implicado en una red de abuso sexual de menores, Jeffrey Epstein, encontrado sin vida hace un año en su celda en el Metropolitan Correctional Center de Nueva York.

Cerca de cumplirse el primer aniversario del suceso, algunos investigadores que siguen el caso del depravado sexual, tras observar fotos de la escena del crimen, creen que el supuesto suicidio fue en realidad un homicidio planificado.

El cuerpo de Epstein fue hallado sin vida el 10 de agosto de 2019, en su celda. Muchas fotografías desde entonces se han filtrado pero falta una que es clave para determinar la nueva hipótesis y se encuentra en el expediente del occiso.

“El hombre juzgado de montar una red de tráfico de menores con fines sexuales, estaba arrodillado en un rincón de la celda, en su cuello estaba una cuerda hecha con las sábanas. Todo estaba desordenado, lo único en orden eran sus medicamentos”, relató la prensa local hace un año.  

La autopsia oficial determinó que se trató de un suicidio. El hermano de Epstein y familiares de las víctimas expresaron sus dudas, mucho dinero había en juego. Pasado los meses, Baden, hermano del magnate dio inicio a una investigación y publicó fotos de la celda en el programa 60 Minutes.

“Pero en esa galería de fotos falta una, la más importante. La foto del momento en que Epstein fue encontrado. Solo así se puede afirmar si se trató de un suicidio o de un homicidio”, citó la fuente.

Según el investigador contratado por Baden, las heridas en el cuello del millonario no ocurren cuando alguien se ahorca, para el perito fue estrangulado.

“El cuello del financista mostraba la fractura de tres pequeños huesos. Esas lesiones, muy rara vez se dan en casos de suicidio por ahorcamiento. Son muy frecuentes en situaciones de estrangulamiento”, aseguró el investigador anónimo.

Otros especialistas refutaron que los ojos inyectados en sangre se presentan en los casos de estrangulamiento y no en los ahorcamientos, lo mismo que los edemas en las piernas que presentaba el cadáver.

Otros datos que abonan el terreno de la sospecha, a un año del suicidio, es el comportamiento de los guardias de la prisión y las fallas en el instrumental que podría haber evitado todo tipo de sospechas en caso de haber funcionado.

(LaIguana.TV)