El fiscal general de la República, Tarek William Saab, informó este lunes sobre la detención de un grupo de personas, entre ellos un espía de origen estadounidense identificado como Matthew Jhon Heat, quien tenía la misión de realizar acciones criminales y terroristas en el país, con el objetivo de sabotear sectores importantes del país.

Saab indicó que el pasado viernes, 11 septiembre, el Ministerio Público (MP) fue informado sobre la planificación de actividades de espionaje y sabotaje por parte de agentes de inteligencia estadounidenses y colaboradores venezolanos.

De acuerdo con la información recaudada, los implicados tendrían como objetivo arremeter contra «la estabilidad y democracia» venezolana, entre ellos «un ciudadano estadounidense, presuntamente militar, quien se encontraba realizando actividades de espionaje y desestabilización en territorio venezolano».

«Todo esto lo ejecutaba con apoyo de militares y civiles apátridas, financiados no para participar en una fiesta patronal o evento deportivo; en lo que aparece como una nueva acción de agresión contra Venezuela con participación estadounidense», acotó.

El fiscal detalló que estos hombres «querían causar daño, al igual que las sanciones, contra la mayoría de la población venezolana».

Buscaban dañar a todos por igual, con ataques contra el ámbito militar e industrias del Estado, que incluyen el Servicio Eléctrico Nacional, así como la industria petrolera.

Saab comentó que a través de la Fiscalía 54º se solicitó ante el Juzgado 1º de Control con Competencia en Casos Vinculados con Delitos Asociados al Terrorismo, orden de aprehensión en contra Marcos Antonio Garcés Carapaica; Darwin Andreizo Urdaneta Pardo y Reinaldo Enrique Finol; por la presunta comisión de traición a la patria y asociación.

«Estos ciudadanos tenían previsto el ingreso de agentes estadounidenses a nuestro territorio, empleando el eje fronterizo de la Guajira colombiana, para posteriormente obtener información estratégica de la refinería de Amuay, con el fin de ejecutar posibles acciones de sabotaje, así como de unidades militares en Zulia y Falcón; y la planificación de acciones de tráfico ilícito de drogas desde Colombia hacia Aruba», comentó.

Agregó que el grupo irregular «usaría el territorio venezolano para apuntalar la campaña de descrédito y agresión impuesta por el Gobierno de los Estados Unidos contra la República Bolivariana de Venezuela».

Captura en flagrancia con armas de guerra

El fiscal detalló que el mismo día, 11 de septiembre, funcionarios adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar practicaron en la Carretera Nacional Falcón-Zulia, la aprehensión flagrante de Marcos Garcés y Darwin Urdaneta.

Según las averiguaciones, Darwin Urdaneta pertenece a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, e iba uniformado; junto a Daeven Enrique Rodríguez Argueta (conductor) y el ciudadano estadounidense Matthew Jhon Heath; quienes transitaban en un vehículo marca Chery, modelo Arauca.

«Una vez realizada la revisión del vehículo fue encontrado un lanzagranadas AT4 calibre 84 mm; una sub ametralladora modelo UZI calibre 9 mm; cuatro piezas rectangulares de presunto material explosivo (C4) y dinero en moneda extranjera. Podemos calificar estas armas como letales, con el fin de promover asesinatos y crímenes contra el pueblo de Venezuela», acotó Saab.

Detalló que también fue encontrado un teléfono satelital, tres teléfonos celulares; una indumentaria tipo gorra con logo alusivo a un organismo del Estado, entre otros objetos personales.

«Estas acciones tienen doble señalamiento; porque se hacen en medio de una pandemia y contra los esfuerzos del Estado venezolano para proteger a la gente de los contagios del COVID-19», subrayó Saab.

Añadió que el ciudadano estadounidense no portaba pasaporte con ingreso formal al país «solo llevaba una fotocopia del mismo escondida dentro de su zapato».

«Este ciudadano era quien portaba un teléfono satelital, que se niega a desbloquear (…) Al estadounidense se le encontraron fotografías de instalaciones petroleras y militares de Zulia y Falcón. En la inspección realizada al vehículo se encontró dentro de uno de los bolsos una moneda que lo vincula con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos. Se presume que trabaja o laboraba para la CIA», explicó Saab.

Desestabilizar el país con mercenarios

Saab comentó que el espía estadounidense formó parte de una contratista de mercenarios de nombre MVM, con la que trabajó en Irak durante una década y fue parte de una Base Secreta de la CIA.

«Sabemos que la empresa MVM es utilizada por el Gobierno de EEUU para tercerizar sus planes de desestabilización en otros países. Se estableció que Matthew Jhon Heath perteneció a la contratista de mercenarios MVM, cumpliendo misión en Irak desde 2006 a 2016 tres meses por año; donde se desempeñó como operador de comunicaciones en Base Secreta de la CIA», acotó.

Añadió que mediante el procesamiento de información derivada de la aprehensión de estos cuatro ciudadanos, se logró identificar a otros implicados en la operación.

«Es así como funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales en Zulia, identificaron y capturaron a Ivonne Coromoto Barrios Finol, propietaria del vehículo, Leobaldo Antonio Gutiérrez, Andry Ramón Finol y Asterio José González García; todos parte del equipo logístico para el ingreso irregular y traslado del agente norteamericano en territorio venezolano», subrayó.

Saab indicó que al momento de la aprehensión los ciudadanos manifestaron que una persona de nombre Juan, residente en Colombia, le efectuó una llamada a Asterio González desde un número internacional. En ella le indicó que un estadounidense quería trasladarse desde la zona fronteriza de Paraguachón, Zulia, hacia la ciudad de Punto Fijo, en Falcón; teniendo como destino final la isla de Aruba, pero que dicha persona no poseía documentación legal.

«Ivonne Barrios, esposa de Daeven Rodríguez; indicó que Leobaldo Gutiérrez, Andry Finol y Asterio González habían contratado a su esposo para transportar a un ciudadano norteamericano hacia Coro, e indicó que su esposo iba en compañía de un Sargento Mayor de 3ª llamado Darwin Urdaneta, con la finalidad de burlar los puntos de control implementados por los organismos de seguridad ciudadana», comentó.

El fiscal añadió que a todos estos ciudadanos venezolanos se les imputarán delitos de traición a la patria, terrorismo, tráfico ilícito de armas y asociación; mientras que al ciudadano estadounidense se le imputan los delitos de terrorismo, tráfico ilícito de armas y asociación.

«Anoche a las 9:30 p.m. culminó la audiencia en Falcón, donde se declinó la competencia al Tribunal 1º de Control con Competencia en Casos Vinculados con Delitos Asociados al Terrorismo, con sede en Caracas», acotó.

Comando Sur está detrás de los planes

El Fiscal General añadió que «todos estos eventos» están descritos en el documento firmado por el exjefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Kurt Tidd, denominado «Plan para derrocar a la dictadura venezolana – Golpe maestro», con fecha de febrero de 2018; y que está siendo aplicado por su sucesor el almirante Craig S. Faller.

«Este documento en su versión en inglés puede ser revisado en la página de la Red Voltaire. Allí el Comando Sur detalla todos los mecanismos desarrollados en los últimos años para lograr derrocar por medio de violencia al Gobierno democrático de Venezuela», subrayó.

«Entre las estrategias enumeradas para lograrlo se mencionan ‘atacar al presidente Nicolás Maduro, alentando a sitiarlo, ridiculizarlo y mostrarlo como un símbolo de torpeza e incompetencia, exponerlo como un satélite de Cuba (…) alentar la insatisfacción popular aumentando el proceso de desestabilización y el desabastecimiento; incrementar la inestabilidad interna a niveles críticos, intensificando la descapitalización del país, la fuga de capital extranjero y el deterioro de la moneda nacional, mediante la aplicación de nuevas medidas inflacionarias que incrementen ese deterioro», explicó.

Además también está planificado «obstruir todas las importaciones y al mismo tiempo desmotivar a los posibles inversores foráneos para contribuir a hacer más crítica la situación de la población; apelar a aliados domésticos como a otras personas insertadas en el escenario nacional con el objetivo de generar protestas, disturbios e inseguridad, pillaje, saqueos, robos, asaltos y secuestros de buques y otros medios de transporte, con la intención de desabastecer el país, a través de todas las fronteras y otras posibles maneras, poniendo en peligro la seguridad nacional de sus vecinos».

Saab acotó que el documento considera importante «causar víctimas» y señalar como responsable al Gobierno de Venezuela «magnificando, frente al mundo, la crisis humanitaria a la que está sometido el país».

«Ligar al Gobierno con el narcotráfico para desacreditar su imagen ante al mundo y sus seguidores domésticos; estructurar un plan para lograr la deserción de los profesionales más calificados del país, para dejarlos sin profesionales en absoluto, lo que agravará más la situación interna y en este sentido culpar al gobierno; continuar endureciendo la condición dentro de las Fuerzas Armadas para llevar a cabo un golpe de Estado», dice el texto citado por Saab.

También ordena el documento del Comando Sur «continuar el fuego continuo en la frontera con Colombia, multiplicar el tráfico de combustible y otros bienes, el movimiento de paramilitares, incursiones armadas y tráfico de drogas, provocando incidentes armados con fuerzas de Seguridad de la frontera; intensificar el descontento contra el régimen de Maduro; señalar la incompetencia de los mecanismos de integración creados por Cuba y Venezuela, especialmente ALBA y Petrocaribe; y mostrar al presidente Maduro como único responsable de la crisis en la cual él ha sumergido a la nación».

«Tras conocerse ese documento el país ha vivido una sucesión de ataques a la institucionalidad, agresiones armadas e intentos de golpe de Estado, tal como el documento las propone», añadió el Fiscal, quien enumeró algunas de estas acciones criminales.

Entre estas actividades contra el país están: «Intento de magnicidio del 4 de agosto de 2018, autoproclamación de Juan Guaidó como supuesto presidente interino en febrero de 2019, intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019 (Operación Libertad); asalto al Batallón en la Gran Sabana el 22 de diciembre de 2019 (Operación Aurora) y la incursión de mercenarios del 3 de mayo de 2020 (Operación Gedeón); junto a otros intentos que fueron abortados antes de que llegaran a realizarse; y que han tenido como objetivo asesinar o derrocar a las autoridades del país».

«A partir de estos hechos que intentaron llenar de sangre el país; el Estado venezolano ha logrado neutralizar los planes para atentar contra la industria petrolera y el sistema eléctrico nacional», acotó el Fiscal.

(LaIguana.TV)