Rubén Darío Guzmán, reciclador colombiano, aceptó los cargos puestos por la justicia del vecino país por la muerte de la venezolana Lisbeth Katiuska Araque Maldonado, quien fue hallada sin vida en una alcantarilla en Bogotá.

Según investigaciones policiales, la mujer tomó un taxi al barrio El Porvenir, en la localidad de Engativá, donde se encontró con Guzmán, compañero de trabajo.

La Fiscalía dio con el sospechoso por un video donde se evidencia a Rubén Guzmán dejando abandonada a la hija de Lisbeth en la calle.

A Guzmán se le imputó el delito de desaparición forzada y fue enviado a la cárcel.  

(LaIguana.TV)