El filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela se refirió a los factores que influirán para determinar quién triunfará en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos: la edad de los candidatos, las protestas y violencia, la supuesta interferencia electoral con el tema del voto por correo y la pandemia.

“La violencia policial y las protestas serán  factor determinante en esta carrera electoral. En la Convención Nacional Republicana, celebrada en agosto, quedó demostrado que Donald Trump busca usar las protestas violentas para asustar a los votantes conservadores para que regresen por miedo a las filas republicanas”, citó el comunicador durante las transmisión de su programa Desde Donde Sea.

Agregó que Trump pretende utilizar estas protestas para  presentarse como el hombre fuerte  de la situación y así tratar de buscar el voto conservador.

“Si la izquierda gana el poder, demolerán los suburbios y confiscarán sus armas y nombrarán jueces que borrarán su segunda enmienda y otras libertades constitucionales”, fueron las palabras de Trump. Al respecto, Pérez Pirela opinó que una vez más juega al cuento de ahí viene el lobo, que en este caso sería la izquierda, el comunismo que él ve representado en Biden, según la visión macartista de Trump.

Otro de los elementos importantes que pueden determinar las elecciones está, sin duda, el manejo gubernamental de la COVID-19. De acuerdo con una encuesta que realizó CNN a principios de septiembre, “solo el 40 % aprobó la manera en que Trump se ha enfrentado al virus. Mientras que el 55 % lo desaprueba”.

Pérez Pirela citó y disertó sobre algunos párrafos de un análisis que publicó el portal Contexto Latinoamericano, titulado “Elecciones presidenciales en EEUU: democracia del dinero”.

Características contradictorias del proceso electoral en Estados Unidos y lo que realmente lo determina: “Los votantes que acuden a las urnas lo hacen un día laborable; casi 100 millones de estadounidenses con capacidad electoral deciden no votar, como sucedió en el 2016; las minorías son víctimas de hostigamiento e intimidación; las regulaciones electorales son muy engorrosas y es posible que uno de los candidatos pueda convertirse en presidente sin ganar el voto popular (…) El sistema de Estados Unidos excluye a millones de potenciales electores, promueve la desconfianza sobre la transparencia y legitimidad de sus resultados y hace difícil los procesos de registro, solicitud de boletas y ejercicio del voto (…) Lo más insólito es que tiene respaldo constitucional para que la voluntad de la mayoría de los votantes sea desconocida como ocurrió en el 2016 cuando Hillary Clinton obtuvo casi 3 millones de votos más que Donald Trump”.

(LaIguana.TV)