El analista político y doctor en filosofía Miguel Ángel Pérez Pirela habló, en su programa multimedios «Desde Donde Sea», sobre las particularidades del proceso electoral en EEUU, especialmente en lo que respecta a los comicios presidenciales.

Pérez Pirela explicó que no se trata de un voto directo, sino de uno indirecto, pues los votantes eligen a los electores del Colegio Electoral de EEUU, y son estos los que votan por los candidatos presidenciales.

«Finalmente no eligen los ciudadanos sino los colegios electorales. Elecciones de segundo grado», señaló el analista político.

«¿Qué pasaría si (…) en Venezuela existiese algo parecido? Si celebrásemos las elecciones a inicios de noviembre, que terceros decidieran en diciembre y que finalmente en enero se sepa cuál es el presidente…», agregó.

También subrayó que aunque los electores del Colegio Electoral se comprometen a apoyar a candidatos específicos, no están obligados a hacerlo y pueden, en cualquier momento, votar por un candidato distinto.

«Lo habitual es que los sectores respeten el color del partido elegido en su territorio, es decir, el voto popular; pero no están obligados a ello».

Reflexionó sobre cómo este sistema pone en segundo lugar la voluntad general en favor de la de un pequeño grupo, y cómo este pequeño grupo puede a menudo ir en contra de lo que el pueblo desea y elegir a un candidato específico, aunque este tenga menos apoyo.

«En 2016 Hillary Clinton cosechó casi tres millones de papeletas más que Trump y sin embargo este se convirtió en el presidente al obtener el apoyo de 306 de los 538 electores en los grandes colegios», resaltó.

Apuntó además que resultados como este no eran raros, unas décadas antes el candidato presidencial Al Gore perdió en los comicios del 2000 ante George W. Bush, a pesar de haber conseguido mayor voto popular.

(LaIguana.TV)