La líder del emblemático grupo Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, pidió «perdón a Maduro y al pueblo venezolano» por el respaldo del canciller argentino, Felipe Solá, a una resolución de la Organización de Naciones Unidas en la que se condena la violación de Derechos Humanos en Venezuela y se autoriza a que la «Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela» continúe operando.

«Le quiero pedir perdón al pueblo de Venezuela, a Maduro y también a Néstor y a Chávez, que nos dio una mano cuando nadie nos daba, nos dio dinero, lo ayudó a Néstor. Y Néstor lo quería y los respetaba mucho a Chávez y al pueblo de Venezuela», dijo la activista en una declaración ofrecida a Somos Radio.

De Bonafini señaló que estaba «avergonzada» por la conducta de Solá, a quien acusó de no saber «dónde está parado ni qué es lo que está representando», recogen medios argentinos. 

Bonafini, cercana a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta de Argentina, se une a otras voces de rechazo a la posición de Argentina en la ONU, como Alicia Castro, exembajadora en Caracas, el dirigente sindical Luis D’Elía y el intelectual Atilio Borón.

«No sé cómo pedirles perdón y disculpas. Ellos recibieron a tantos argentinos que se iban del país cuando la dictadura los corrió y con qué amor. Desde esa época que voy a Venezuela. En el 78 fui por primera vez. Conozco a ese pueblo, lo que sufrió y lo que le dio Chávez. Y lo conozco a Maduro y lo que está haciendo para sostener a ese gobierno que lo quiere sacar», señaló la lideresa.

Sus excusas, indicó, reflejan el pedido de disculpas de «las Madres», así como «millones de argentinos», hoy «avergonzados de tener a semejante canciller».

Argentina se unió a los 21 países que votaron a favor –hubo, además 22 abstenciones y tres votos en contra– de la continuación de las funciones de la «Misión internacional independiente», una instancia parainstitucional promovida por países hostiles al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

La ausencia de objetividad y debilidad de los informes producidos por ese ente han sido ampliamente cuestionadas y documentadas por Caracas, que sigue trabajando con la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en la investigación y sanción de violaciones a los derechos fundamentales de los venezolanos.

(LaIguana.TV)