El filósofo y experto en comunicación política Miguel Ángel Pérez Pirela analizó en su programa Desde Donde Sea el intento de control de daños de Argentina, que tras apoyar una decisión contra Venezuela promovida por el Grupo de Lima, en el seno del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se vio obligada a ofrecer explicaciones y aseguró que respalda las elecciones parlamentarias del venidero 6 de diciembre como mecanismo para resolver la crisis venezolana.

Tras recibir agrias críticas por lo que muchos aliados consideraron «una traición al pueblo venezolano», el Gobierno de Alberto Fernández, a través de su canciller, Felipe Solá, se defendió de las acusaciones que le señalaban de respaldar la postura del Grupo de Lima, aduciendo que durante todo su Gobierno, Argentina había «desistido» de apoyar las decisiones de esta instancia y subrayó que el único informe que respaldaban era el elaborado por la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, puesto que era el único que les parecía «serio».

Añadió que la Administración de Fernández siempre ha insistido en que la crisis venezolana no se resuelve «con bloqueos, ni con sanciones, ni con amenazas, ni tampoco con evadir las elecciones», sino con «elecciones y con acuerdos».

Más Pérez Pirela puso en entredicho la sinceridad de lo expresado por el funcionario, toda vez que, en su criterio, votar junto al Grupo de Lima, con personajes como Jair Bolsonaro, Iván Duque o Sebastián Piñera, representa «el exacto contrario» de lo que proclama.

Solá justificó la votación de su país, arguyendo que se trató de un asunto de «coherencia», otro aspecto que fue cuestionado por el analista venezolano.

«Coherencia es haber votado por Venezuela, Gobierno que auxilió –Chávez y después Maduro– al pueblo argentino en su peor momento; coherencia es no votar por tu archienemigo Macri, al cual le acabas de ganar elecciones; coherencia es, precisamente, retribuir la confianza que el peronismo le dio al Gobierno de Alberto Fernández», señaló.

El diplomático, de su lado, al asegurar que su país se apega al principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países, pero que «los derechos humanos no son un tema interno de cada país», sino «un tema global, (…) de conciencia general», afirma que «en Venezuela se violan sistemáticamente y como razón de Estado, como política de Estado, los derechos humanos», reflexionó el también director de LaIguana.TV.

Esta posición resulta, además, claramente farisaica e hipócrita, en virtud que el Grupo de Lima y la propia Argentina han optado por guardar silencio sobre «países que realmente están atentando de forma masiva, sistémica y sistemática contra los derechos humanos», como Colombia, que en el transcurso de 2020 ha registrado más de 66 masacres.

De acuerdo con lo recogido por la agencia EFE, Felipe Solá «minimizó las discrepancias que la votación generó en el Gobierno, aduciendo que se trataba de ‘peleas menores’, que no se enfocaban en las prioridades del Ejecutivo», a saber: «hacer frente a la crisis económica y social» de su país.

«Él llama ‘peleas menores’, que nada más y nada menos que partidos aliados lo hayan criticado, futuras embajadoras en países no soslayables como Rusia, le renunciaron. Eso, para él, son ‘peleas menores’. Y para defenderse, dice que están centrados en la crisis económica y social de su país», criticó Miguel Ángel Pérez Pirela.

Para él, resulta claro que no es falso que Argentina enfrenta una difícil situación económica, heredada del Gobierno derechista de Mauricio Macri, pero el error de Fernández y quienes le acompañan, es creer que podrán superarla, subordinándose al Fondo Monetario Internacional y al Departamento de Estado.

(LaIguana.TV)