«La cosa está muy fea, está que arde en Estados Unidos. Las últimas 24 horas (entre el martes 10 y el miércoles 11) han sido nefastas, funestas para la situación política y social», afirmó Miguel Ángel Pérez Pirela en su análisis de la situación poselectoral de EEUU, luego de haber transcurrido una semana completa de la jornada final de las votaciones.

Para el conductor del programa Desde Donde Sea, la superpotencia militar está prácticamente acéfala, pues el presidente en funciones, Donald Trump, anda furibundo, dedicado a tratar de demostrar que lo derrotaron mediante un fraude, mientras el establishment norteamericano se empeña en hacer valer la proclamación mediática de Joe Biden, al punto de estar preparando ya los actos de transmisión de mando que deben realizarse en enero.

A esto debe agregarse que la cúpula civil del Pentágono renunció luego de que Trump destituyera al secretario de Defensa, Mark Sper, al parecer como otro coletazo de la derrota.

«Trump escribió un breve mensaje: ‘Nosotros ganaremos‘, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, les respondió a los periodistas que sí habrá transición en EEUU, y que Biden deberá respetarla porque esa transición será la que va a llevar a Trump al segundo mandato. Mientras tanto, el establishment está construyendo el escenario para la toma de posesión de Biden, y a este (seguramente por instrucciones de sus asesores) no se le ocurrió decir otra cosa que él está esperando una reunión con Trump lo antes posible».

Pérez Pirela expresó que en caso de darse tal encuentro deberán tomarse las medidas para evitar una pelea a golpes entre los dos candidatos, ambos adultos mayores.

“Hay que tener en cuenta que Trump, que dice decenas de mentiras diarias, ha dicho una gran verdad: él no sabe perder. No sabe porque es multimillonario de cuna. En cambio, Biden sí sabe porque es un político con más de 50 años de carrera y entiende que a veces para ganar hay que retroceder –expuso-. En esto es necesario entender también el contexto psicológico de los personajes. Para un multimillonario, hacer un vuelo en avión privado es como para un ciudadano cualquiera comprar boleto de metro; para un multimillonario, comprar una isla es lo mismo que para ciudadano dar la inicial de un apartamento. Al entender esto, se entiende la malacrianza de Trump. Simplemente, no se quiere ir de la Casa Blanca”.

A su juicio, es grave lo que está pasando en EEUU y cabe hacerse la pregunta de si acaso no se está desmoronando la institucionalidad en esa nación. “En este momento parece más bien Estados Desunidos, porque el país está dividido en dos bloques”.

Reseñó que a una semana del cierre de las elecciones, Trump insiste en que hubo fraude. Escribió un tuit diciendo que “la gente no aceptará esta elección amañada” y reiterando que está dispuesto a llevar el caso hasta la máxima instancia judicial. “Estamos haciendo un gran progreso. Los resultados comenzarán a llegar la semana que viene. Hagamos a América grande de nuevo. Ganaremos”, puntualizó el mandatario.

“Él tiene razón porque no se puede admitir que sean los magnates de los medios de comunicación los que funjan de poder electoral federal de EEUU”, dijo el presentador del programa.

Recalcó las declaraciones de Pompeo: “Habrá una transición fluida a un segundo período de Trump. Se contarán todos los votos, el mundo está mirando lo que sucede”.

“Trump y Pompeo han atacado y robado sin piedad a Venezuela, pero en este caso hay que admitir que tienen razón. Se deben contar todos los votos. No se puede declarar ganador a  un candidato en un estado donde no se habían terminado los conteos. Los dueños de medios parecieran estar apurados por decir que Biden es presidente. Es válido criticar la lentitud del conteo de votos, decir que es un sistema electoral de república bananera, pero no les toca a los medios proclamar al ganador”, aseveró el filósofo y comunicador.

La idea de que es necesario esperar el resultado oficial la tienen clara los gobiernos de China, Rusia y México, que hasta ahora no han reconocido a Biden como presidente electo. En cambio, el autoproclamado Juan Guaidó fue de los primeros en hacerlo, a pesar de que participó en la campaña electoral de Trump y recibió para ello al menos 800 millones de dólares, según el presidente Nicolás Maduro.

Se rompe la tradición

Péres Pirela señaló que Trump está batiendo un record: es el primer candidato en no reconocer su derrota en las elecciones de EEUU. Para abundar en este punto, leyó un material periodístico en el que se recuerda que según el historiador Michael Beschloss, luego de su fallido esfuerzo por ser reelegido en 1992, George H.W. Bush padre citó a Winston Churchill y dijo que le habían dado la “Order of the Boot” (literalmente, la “Orden de la Bota”, aludiendo a que lo habían sacado de una patada). Bush dijo que podía aceptar su derrota por su “profunda devoción por el sistema político con el que esta nación prosperó durante dos siglos”.

La misma nota indica que la tradición tuvo un tropiezo en el 2000, cuando Al Gore llamó a George W. Bush hijo para reconocer su revés y poco después volvió a llamarlo para dar marcha atrás al surgir dudas acerca del resultado de la Florida.

“Estuve viendo el discurso de aceptación de la derrota de Al Gore, y es todo un poema. Prefirió someterse a la institucionalidad de EEUU, pese a lo muy cuestionable que es. Donald Trump no lo quiere hacer,  él se va a jugar esto hasta lo último. Seguramente hasta Melany está tratando de convencerlo de que se quede tranquilo. Le dijo ‘papi, piénsalo’, y prominentes republicanos también le deben haber dado ese consejo. El Partido Republicano tiene mucho que perder. Trump es una tendencia pero no es todo el partido. Las otras corrientes no quieren hundirse con él. Están pensando en una mayoría en el Senado y en las próximas elecciones. Está por verse qué va a hacer. A Trump le está quedando su lecho duro, su gente de más confianza”.

El empleado postal se desdice

“Les traigo un chisme, un brollo, como decimos en Maracaibo: el trabajador postal que dijo que iba a confesar cómo se hizo el fraude con los votos por correo,  se echó atrás y reconoció que inventó las acusaciones”, dijo el moderador.

Según The Washington Post, Richard Hopkins de 32 años, se retractó luego de haber dicho que un director de correos en Erie, Pensilvania, ordenó a los trabajadores postales que colocaran las boletas enviadas después del día de las elecciones como si hubiesen sido recibidas con anterioridad. La denuncia de Hopkins motivó al senador Lindsey O. Graham a enviar una carta al Departamento de Justicia, pidiendo una investigación federal.

“Ahora el trabajador postal declaró que inventó la denuncia para favorecer a Trump. Esto debe tener furioso a Trump. La verdad es que para Trump será prácticamente imposible demostrar el fraude. Tendrían que probar que hay miles de personas metidas en eso como cómplices. No es fácil”.

Le huyen a Trump

Otro síntoma alarmante de la situación de EEUU es, según Pérez Pirela, que las instituciones gringas, lentamente, comienzan a huirle a Trump. Para demostrar este punto, leyó los reportes de lo ocurrido en el ámbito de la Secretaría de Defensa.

“La cúpula civil del Pentágono dimitió este martes después de que el lunes el presidente de EEUU, Donald Trump, echara de manera fulminante al secretario de Defensa, Mark Esper, quien este verano se opuso a enviar unidades militares para sofocar los disturbios raciales. Según un comunicado del Pentágono, los altos cargos que han presentado su renuncia son: el subsecretario en funciones de Defensa para Política, James Anderson; el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, Joseph Kernan; y la jefa de Gabinete de la Secretaría de Defensa, Jen Stewart”.

“Kernan entregó su misiva para informar de su dimisión este mismo martes, aunque, según el Departamento de Defensa, lo planeaba desde hacía meses. Sus funciones como subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad las toma Ezra Cohen-Watnick, que hasta ahora había ejercido como secretario adjunto en funciones para los Conflictos de Baja Intensidad. Al igual que los otros dos responsables, la renuncia de Stewart se produjo este martes y será sustituida como jefa de Gabinete del Departamento de Defensa por Kash Patel, que ha formado parte del personal del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, Patel es un ferviente defensor de las causas del Gobierno de Trump. Su llegada al Pentágono es un indicativo para algunos de que con él la Casa Blanca tiene un pie en la cúpula del Departamento de Defensa”.

“El puesto de jefe de Gabinete de la Secretaría de Defensa es el cargo más importante reservado para los civiles en el Pentágono, porque es quien marca la agenda del secretario de Defensa. Por su parte, el medio Foreign Policy, que citó tres fuentes conocedoras de estos movimientos, indicó que en el caso de Anderson, quien trabajó para la Administración de George W. Bush (2001-2009) ha sido un despido tras una relación ‘tumultuosa’ con la Casa Blanca de Trump. Su sucesor, Tata, es una figura leal a Trump, excolaborador de Fox News y ha apoyado en el pasado teorías conspiratorias. Ahora trabajará como el máximo responsable de política del Pentágono, después de que el verano pasado fuera rechazado para el puesto en el Senado por sus comentarios islamofóbicos”.

Luego de leer el informe noticioso, Pérez Pirela opinó que en EEUU puede incluso haber una escisión, una guerra civil. “Trump se está apertrechando, colocando la gente de mayor ascendencia, fichas del hueso duro de sus colaboradores en esos cargos de Defensa”.

Una lluvia de demandas

Otro aspecto a analizar en la negativa de Trump a admitir los resultados es la ristra de demandas que podrían avanzar en las instancias judiciales una vez que el mandatario entregue el poder.

“Lo que está pasando es que lo espera una lluvia de demandas judiciales de todo tipo y ya no estará protegido por la investidura. Tal vez está haciendo esta pataleta para negociar sus demandas. Crea una situación límite, un impasse, para irse pero con garantía de inmunidad. Eso podría ser lo que está pasando”, planteó el comentarista y procedió a mencionar algunas de las querellas pendientes.

1. El fiscal general del estado de Nueva York examina cómo valora Trump sus activos. A raíz del testimonio del exabogado de Trump, Michael Cohen, alegando que Trump, junto con los miembros de su familia, había «inflado repetidamente sus activos totales cuando servía a sus propósitos, como tratar de figurar entre las personas más ricas de Forbes, y desinflado luego sus activos para reducir sus impuestos», la fiscal general de Nueva York, Letitia James, anunció que investigaría los reclamos para ver si se elevan al nivel de fraude. Apenas el mes pasado, Eric Trump fue interrogado bajo juramento sobre si él o la organización Trump buscaban inflar y desinflar artificialmente sus activos.

2. La oficina del fiscal de distrito de Manhattan investiga el funcionamiento financiero interno de la Organización Trump. Este caso, que está siendo supervisado por el fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., surgió de preguntas sobre varios pagos de dinero en secreto hechos en el período previo a las elecciones de 2016 por el entonces abogado de Trump, Michael Cohen, a mujeres que alegaban que habían tenido relaciones extramaritales con Trump. Cohen le dijo al Congreso, bajo juramento, en 2019 que no tenía «ninguna duda» en su mente de que Trump sabía sobre los pagos del dinero secreto. Sin embargo, la investigación es más amplia que el dinero secreto.

3. La sobrina del presidente, y autora del libro Demasiado y nunca suficiente: cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo, demandó a Trump en septiembre, alegando que él, su hermana y su difunto hermano habían cometido fraude para evitar que ella obtuviera su parte justa de la herencia del padre de Trump, Fred Sr.

4. Fiscales generales de Maryland y Washington demandaron por la cláusula de emolumentos. Esta demanda se presentó originalmente en 2017, alegando que Trump estaba violando la cláusula de emolumentos de la Constitución al beneficiarse del gasto de gobiernos extranjeros en su hotel Trump en el centro de Washington. El caso parecía muerto hasta mayo, cuando el 4º Circuito anuló el fallo de un panel de tres jueces que decía que los demandantes no tenían legitimación para presentar el caso. Trump apeló la decisión ante la Corte Suprema. También hay un segundo caso de emolumentos que aún está pendiente, este presentado por un grupo de restaurantes y un operador de hotel.

5. Demanda por difamación de E. Jean Carroll. Días antes de las elecciones de 2020, un juez federal rechazó un intento de Trump, representado por abogados del Departamento de Justicia, de desestimar efectivamente un caso presentado por Carroll alegando que Trump la había violado en la década de 1990. A Trump no se le ocurrió mejor forma de negar la acusación que decir: «Ella no es mi tipo», lo que implica que si lo fuera sí la hubiese violado. El caso avanza ahora a través del sistema judicial federal.

6. Demanda por difamación de Summer Zervos, una exconcursante de El aprendiz (el reality show que dirigía Trump) demandó a Trump en 2017, argumentando que al negar su acusación de que la había agredido sexualmente en 2007, la había difamado y sometido a acoso. Trump perdió un intento de desestimar el caso a fines de 2019, pero los procedimientos, incluida una posible citación para que Trump proporcione una declaración, se han suspendido hasta que deje el cargo.

7. TikTok presentó el martes una demanda de última hora para detener los decretos firmados por el presidente Donald Trump para prohibir la aplicación del grupo chino ByteDance en Estados Unidos a partir del jueves. Trump firmó dos decretos contra la red social. Uno de ellos, del 14 de agosto, obliga a ByteDance a vender las actividades estadounidenses de TikTok en 90 días por cuestiones de «seguridad nacional». El mandatario ha acusado durante meses, sin pruebas, a la popular plataforma de intercambio de videos de suministrar datos de usuarios estadounidenses al gobierno de Pekín. TikTok no quiere ahora someterse al chantaje de Trump.

Insistió Pérez Pirela en que todas estas situaciones de la realidad de EEUU están siendo escondidas mediáticamente. “El gobierno está acéfalo porque Trump está furibundo; Pompeo dice que la transición será para el segundo gobierno de Trump; Biden se limita a decir que espera reunirse pronto con Trump; y mientras tanto, el pueblo de EEUU en este momento registra record de Covid-19 con más de 200 mil. Sigue siendo el país más afectado con más de 10 millones de casos y más de 240 mil muertes. De esto es de lo que se debe hablar en EEUU. Son epicentro de pandemia y no están recibiendo la ayuda médica que necesitan. Pero sus políticos de más de 70 años, su bipartidismo retrógrado, su método electoral bananero, su mediática prepotente y dictatorial están aplastando al pueblo de los EEUU sumido en la pandemia, las protestas por racismo y la represión policial. Es una situación explosiva, inflamable, peligrosa”.

En interacción con el público, deploró que Jair Bolsonaro haya optado ahora por agredir a su propio pueblo con declaraciones homofóbicas con las que pretende encubrir su irresponsabilidad en el manejo de la pandemia de COVID-19.

Libro

Recomendó La expansión territorial de los Estados Unidos del investigador cubano Ramiro Guerra Sánchez.

(LaIguana.TV)