El análisis de lo que está en juego en las complejas relaciones fronterizas entre Estados Unidos y México, en el marco de la aparente victoria del candidato demócrata Joseph «Joe» Biden, fue tema de disertación en Desde Donde Sea, programa conducido por el doctor en Filosofía y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela.

En su reflexión, derivada a partir de datos publicados en un trabajo periodístico elaborado por la agencia de noticias rusa RT, Pérez Pirela subrayó que además del muy nutrido comercio legal entre las dos naciones, en la extensa frontera común se trasiegan drogas y armas y es escenario de una política de deportaciones feroz por parte de los Estados Unidos, independientemente del signo partidista de la administración de turno.

Respecto del tráfico de drogas, indicó que es preciso recordar que «Estados Unidos es el principal país consumidor de las drogas ilegales que se producen en México o que se trasladan a través de sus rutas» algo por lo que, hasta el momento, ningún presidente estadounidense ha asumido su responsabilidad y en su lugar, reina un manto de silencio sobre el tema.

Siguiendo la ruta inversa, «desde Estados Unidos se trafican las armas que terminan en manos de los cárteles mexicanos», añadió.

A su parecer, lo anterior constituye una ecuación de transas ilegales difíciles de romper, porque «los cárteles llevan droga a los Estados Unidos y los Estados Unidos le dan armas de guerra de forma ilegal».

Pasando a los asuntos migratorios, puntualizó que en Estados Unidos reside la mayor cantidad de mexicanos fuera de su propio país, población que alcanza los casi 40 millones de seres humanos y justamente por ello, un aspecto insoslayable dentro de las ofertas electorales.

En ese sentido, trajo a colación las declaraciones de Biden durante la campaña, que señaló: «necesitamos trabajar en sociedad con México, necesitamos restaurar la dignidad y la humanidad en nuestro sistema de inmigración y eso es lo que haré como presidente».

Empero, el también director de LaIguana.TV aseguró que, tal y como advierte RT, «la sensatez con la que se vende Biden, se medirá en el nivel de deportaciones y las políticas migratorias de su administración, porque a la hora de la verdad, Barack Obama también deportó personas» e inclusive, durante su administración deportó más que las que deportó el actual presidente, Donald Trump, independientemente de lo que podría sugerir el verbo incendiario de este y los ademanes simpáticos del exmandatario.

A este respecto, los datos compilados por la agencia rusa dan cuenta que en 2017 se deportó a menos personas desde los Estados Unidos, en comparación con todos los años del gobierno de Obama, de quien «Joe» Biden fue vicepresidente.

Referencialmente, en esa investigación periodística, se indica que en 2010 se deportó a 381.962 personas desde los Estados Unidos, en 2011, 388.409; en 2012, 419.384; en 2014, 414.481; en 2015, 235.413 y en 2016, 196.497 y en total, durante el mandato de Barack Obama hubo 2.471.644 deportaciones.

Así las cosas, el analista estima que encaja muy bien la frase: «oro parece, plata no es. Quien no adivine, bien tonto es», pues al recabar datos sólidos, resulta que ni Obama ni su vicepresidente Biden, quien aparentemente se convertirá en el próximo presidente estadounidense, superan la prueba de la política migratoria.

(LaIguana.TV)