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La fiebre puede considerarse habitualmente como un signo de enfermedad, pero en realidad supone una vía utilizada por el organismo para combatir elementos nocivos que pudieran ocasionar alteraciones importantes, por lo que en un principio, tras la observación de una elevada hipertermia no es prudente actuar con vehemencia para reducirla, sino que dejar evolucionar naturalmente el proceso febril puede resultar beneficioso.

 

Para esto se debe considerar bajar la fiebre con remedios naturales y luego optar por el medicamento adecuado, si la fiebre persiste no es conveniente atacarlo con una doble dosis, al contrario, se recomienda volver a intentar con formas naturales, de esta manera se podrá actuar de manera correcta ante cualquier estado febril. Si no funciona, evitar automedicarse antipiréticos y consultar al médico.

 

Aquí le mencionamos algunos trucos naturales para enfrentar la tan temida fiebre:

 

Enfriar cabeza, cuello y debajo de las axilas: Con paños impregnados en agua fría colocar en la frente cuello y posteriormente en cada oreja, genitales y abdomen, lugares de abundante tránsito sanguíneo. Repetir las veces que sean necesarias cuando el lienzo se secó o está demasiado caliente.

 

Baños regulares con agua ambiente:  pueden ayudar a normalizar la temperatura corporal. Generalmente, la fiebre en los niños causa mucha preocupación, esto hace que los padres cometan una serie de errores con respecto al manejo adecuado de esta reacción física. Los baños con agua templada suelen contraer los vasos sanguíneos, provocando una vasoconstricción, lo que impide la fluidez del riego de la sangre.

 

Beber mucha agua: Porque la fiebre es igual a deshidratación, ya que el cuerpo está respondiendo frente a organismos ajenos a él. Entonces, beber agua, té o zumos es una buena idea, sobre todo si el cuadro se completa con vómitos o diarrea. Las cantidades dependerán de la edad del paciente (3 litros para adultos varones, 2.2 litros para mujeres y 1.5 en niños).

 

Colocar medias mojadas en los tobillos: Esto funciona muy bien en los pequeños. Simplemente se deben mojar un poco y colocarlos cubriendo esta parte del cuerpo. Cuando se sequen, repetir el procedimiento, pero que no chorreen agua. Esto genera alivio y hace que los niños se calmen.

 

No comer demasiada comida: Mejor es líquidos saludables como la sopa de verduras o el té. De esta manera el organismo se recuperará más fácil y rápidamente. Si se tiene hambre, no llenarse, sino cada algunas horas ingerir algún alimento.

 

Comer un helado: Finalmente, ¡un remedio que le gustará a los niños! La verdad del asunto es que los líquidos son buenos, pero el azúcar es el rey. Y cuando un niño está sufriendo de una fiebre, está perfectamente justificado. Las paletas de hielo pueden reducir la temperatura corporal, además agrega un poco de hidratación y le da a la persona un aliciente después de un largo y enervante día.

 

Hacer un té de salvia y toronjil: Un té hecho con algunas hojas de salvia y toronjil. Estas hierbas ayudarán a sudar, y bajarán la fiebre.

 

Hacer un té de lechuga: Otra gran opción para mantenerse hidratado y tratar de reducir la fiebre. La lechuga es rica en potasio, y tiene una cantidad decente de calcio, fósforo, sodio y magnesio. Más importante aún, sólo contiene pequeñas cantidades de zinc y hierro.

 

(Noticia al Día/Otras fuentes)