En un giro inesperado, el abogado del saliente presidente de EEUU descartó la posibilidad de formar parte del proceso de destitución y defenderlo.

“Debido a que pronuncié un discurso en el mitin previo a esos sucesos en el Capitolio, soy testigo y, por lo tanto, no puedo participar en la corte o en el juicio del Senado”, dijo el lunes Rudy Giuliani, abogado de Donald Trump, a la cadena estadounidense ABC News.

Esta declaración de Giuliani resulta sorprendente, pues él mismo afirmó el pasado fin de semana a los medios que estaba “involucrado” y “trabajando” en el próximo impeachment (proceso de destitución), cuya fecha de inicio en el Senado aún no ha sido determinada.

Además está el hecho de que el pasado 14 de enero el diario estadounidense The Washington Post publicó un reporte en el que aseguraba que las relaciones entre Trump y Giuliani se habían enfriado drásticamente.

El abogado ha pasado los últimos meses viajando por todo el país y promoviendo falsas teorías de la conspiración en torno a un presunto fraude electoral en los comicios del 3 de noviembre de 2020, al mismo tiempo que, conforme a varias fuentes, ha demandado a Trump el pago de 20 000 dólares al día, a modo de honorarios, una cifra que el mismo Giuliani niega haberle cobrado al presidente.

Tal y como indican las fuentes, el todavía presidente, sintiéndose ofendido por dicha demanda, ha dado instrucciones a sus asistentes para que no abonen los honorarios pendientes a Giuliani.

Estos hechos tienen lugar casi dos semanas después del asalto violento de los partidarios de Trump al Capitolio de EE.UU. y luego de que la Cámara de Representantes (Cámara Baja), de mayoría demócrata, aprobara el pasado miércoles la apertura de un nuevo impeachment contra el magnate republicano por “incitar a la insurrección” en la toma del Capitolio.

(HispanTV)