En inventario de las acciones contra el país que ha cometido el ala sediciosa de la oposición encabezada por el exdiputado Juan Guaidó, el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela recordó el destrozo de la empresa venezolana Monómeros, filial de Petróleos de Venezuela, S.A. en Colombia y segundo activo de la nación en el extranjero.

Tras autoproclamarse presidente interino en 2019, Guaidó y la coalición de partidos mayoritarios de la Asamblea Nacional electa en 2015, conocidos como «el G4», dividieron Monómeros en cuatro empresas, cada una controlada por una organización política –»Voluntad Popular (Guaidó, Leopoldo López), Primero Justicia (Julio Borges, Miguel Pizarro, etcétera), Acción Democrática (Henry Ramos Allup) y (…) Un Nuevo Tiempo (Manuel Rosales)»–, obviando todo criterio técnico, lo que se tradujo en su colapso.

De otro lado, comentó el experto, al instalarse un nuevo parlamento controlado por fuerzas afines al Gobierno Nacional el pasado 5 de enero, el presidente Nicolás Maduro aprovechó la presentación de su Memoria y Cuenta para demandarle al Legislativo que las acciones inconstitucionales y lesivas contra el país perpetradas por Guaidó y otros diputados, no quedaran impunes.

Haciendo referencia a lo declarado por Maduro durante su intervención, Pérez Pirela precisó que la legislatura 2016-2021 fue calificada por el mandatario como «un quinquenio de ‘traición y crueldad'», aseguró que «Guaidó aceptó pagar 220 millones de dólares por su asesinato», «recordó que durante 2020 se registraron ‘más de 400 acciones orientadas a socavar la institucionalidad'» y «destacó también el rol de las autoridades colombianas» en estas tentativas antidemocráticas.

Para concluir esta reflexión, trajo a colación el pronóstico que hiciera cuando la oposición se hizo con la victoria en las elecciones parlamentarias de 2015. Entonces, vaticinó «un choque entre dos trenes»: de un lado, el Ejecutivo conducido por Nicolás Maduro y del otro, la Asamblea Nacional controlada por la oposición y en medio, el pueblo venezolano. «Dicho y hecho: fue así», concluyó.

(LaIguana.TV)