Rusia condena los bombardeos estadounidenses en el territorio sirio, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. 

«Condenamos enérgicamente tales acciones», dijo Zajárova. 

Llamó al «respeto absoluto a la soberanía y la integridad territorial de Siria». 

«Confirmamos nuestra oposición a cualquier intento de convertir el territorio sirio en un campo de arreglo de cuentas geopolíticas», añadió la diplomática rusa. 

Por su parte, el Kremlin aseguró que hace un seguimiento de la situación tras el ataque aéreo de EEUU. 

«Estamos siguiendo atentamente la situación en el terreno», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.  

Peskov agregó que «se mantiene contacto permanente con las autoridades sirias» sobre el caso. 

El funcionario precisó que no tiene información de si Estados Unidos notificó o no a Rusia de sus planes de bombardear el territorio sirio. 

El portavoz del Pentágono, John Kirby, reveló el 25 de febrero que, por una orden del presidente Joe Biden, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por las milicias proiraníes en el este de Siria. El bombardeo fue lanzado en respuesta a los recientes ataques contra militares estadounidenses y aliados en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal. 

Según el Departamento de Defensa, se destruyeron múltiples instalaciones ubicadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán, incluidos Kait’ib Hezbollah (KH) y Kait’ib Sayyid al-Shuhada (KSS). 

Un funcionario estadounidense citado por el diario The Washington Post supuso que el bombardeo pudo haber causado varios muertos. 

El 15 de febrero, una docena de cohetes alcanzaron la base aérea de Erbil en el Kurdistán iraquí, matando a un contratista civil e hiriendo a otras nueve personas; según los informes, un grupo militante chií se atribuyó la responsabilidad del ataque. 

(Sputnik)