Puede ser que hayas notado que mientras más años tienes, menos alcohol necesitas para tener resaca al día siguiente. La causa es la edad y los procesos que han cambiado el cuerpo.

«El alcohol tiene numerosos efectos en el cuerpo, desde el cerebro hasta el hígado y los intestinos», afirmó el doctor Niket Sonpal, gastroenterólogo de Nueva York. «Esos efectos aumentan a medida que envejecemos». 

El impacto del alcohol en la salud a medida que se envejece depende de la frecuencia y la cantidad de alcohol. Sin embargo, hay algunos cambios que se producen de forma natural en el organismo en torno a ciertas edades y que pueden verse agravados por el consumo de alcohol. 

30 años 

«Aunque se bromea con ello en las comedias y en los memes, la capacidad de recuperarse de una noche de copas se reduce a partir de los 30», afirmó Sonpal. Si uno bebe mucho, los años de alcohol se suman con la edad.  

Además, se ha demostrado que a medida que el cuerpo envejece, tiene menos agua y por eso es más propenso a deshidratarse. El alcohol puede sacar más agua del cuerpo y aumentar aún más las posibilidades de deshidratación. 

«El consumo excesivo y crónico de alcohol también se asocia generalmente con la deshidratación y el aumento de la inflamación en el cuerpo», señaló el médico. 

«Por lo tanto, después de los 30 años se notan más dolores, molestias y migrañas después de una noche de copas. Se debe enteramente a la deshidratación», subrayó. 

40 años 

A los 40 años es cuando uno empieza a ver realmente los impactos del alcohol en el rostro. «Esta es la edad en la que nuestro rostro comienza a mostrar nuestra edad», señaló Sonpal.

El alcohol puede causar una deficiencia de nutrientes como la vitamina A6, que ayuda a la regeneración celular y la reproducción del colágeno. Ambos son esenciales para una piel joven. Así que la persona que toma mucho alcohol verá su cara arrugada más rápido que alguien que no bebe alcohol y es más marcado en esta edad, agregó. 

La piel es el órgano más grande del cuerpo, y el alcohol puede tener un impacto proporcional, indicó la dermatóloga Stacy Chimento, MD.  

«El alcohol deshidrata el cuerpo, y uno de los primeros lugares donde lo notarás es en la piel. También causa inflamación, que puede manifestarse en manchas, enrojecimiento, rudeza y deshidratación «, afirmó. 

50 años 

Al llegar a los 50 años, los trastornos del sueño causados por el alcohol pueden ser más pronunciados. «El alcohol también agrava las dificultades para dormir que suelen aparecer después de los 50 años», señaló el doctor Sonpal. 

«Mucha gente cree que el consumo de alcohol ayuda a dormir, pero en realidad impide que el sueño sea profundo. Así que puede que te duermas, pero no tendrás un sueño reparador. Por eso las resacas son aún peores a esta edad«, explicó. 

Esto ocurre porque el alcohol reduce el tiempo que se pasa en la fase de movimiento ocular rápido (REM), aclaró la neurocientífica Kristen Willeumier. 

«El sueño REM es fundamental para el funcionamiento saludable del cerebro, ya que es esencial para la regulación emocional y la consolidación y retención de los recuerdos», aseguró la doctora. 

60 y 70 años 

Los años de consumo de alcohol provocan daños en el hígado, y eso puede acentuarse a partir de los 60 años. 

«A partir de los 60 años, la circulación del cuerpo empieza a ralentizarse y llega menos sangre al hígado, por lo que el proceso se ralentiza y pueden acumularse más metabolitos tóxicos», reveló Sonpal.  

Como el envejecimiento suele traer consigo más medicamentos recetados, el cuerpo tiene que trabajar más para procesar tanto los medicamentos como el alcohol. 

«Después de los 60 y los 70 probablemente también desarrollamos unas cuantas dolencias crónicas que van a necesitar unos cuantos medicamentos. El alcohol compite con los medicamentos que procesa el hígado y puede provocar muchas interacciones», explicó. 

Entre los medicamentos que se sabe que reaccionan con el alcohol están los ansiolíticos, los antibióticos, los antidepresivos, los antihistamínicos, los anticoagulantes y los fármacos utilizados para tratar la diabetes. Como resultado, esos medicamentos no se descomponen de manera adecuada. Algunas mezclas de fármacos con alcohol pueden ser potencialmente mortales, otras causan varios problemas de salud. Por ejemplo, mezclar alcohol y aspirina puede causar problemas estomacales o hemorragias internas. 

Después de los 80 años 

«Después de los 80 años, se puede padecer osteoporosis o huesos frágiles», afirmó el gastroenterólogo Sonpal. Además las funciones físicas y mentales, como la coordinación, la visión, el oído y la rapidez de reflejos, disminuyen a medida que se envejece, agregó.  

El alcohol aumenta el riesgo de accidentes como caídas, resbalones o accidentes de tráfico. 

En general, el alcohol ejerce una presión adicional sobre el cuerpo en cualquier edad. El alcohol hace que el organismo libere más hormonas del estrés, lo que acelera el proceso de envejecimiento. Además aumenta las probabilidades de enfermarse a medida que se envejece, y también puede empeorar los problemas médicos comunes. 

(Sputnik)