Kathy Gillcrist es una mujer y madre de familia de Carolina Shores, en Carolina del Norte, Estados Unidos, que siempre supo que había sido adoptada. Interesada en saber sus orígenes, se hizo su primera prueba de ADN en 2017. Jamás imaginaría que el camino que comenzó entonces le revelaría que su padre biológico tenía un pasado brutal por el cuál estuvo en la lista de los criminales más buscados por el FBI.

La primera prueba que se hizo Gillcrist para conocer la verdad sobre sus ancestros le dieron una coincidencia con su prima tercera, Susan Gillmor, que, casualidades del destino, era una exitosa genealogista del estado de Maine.

Por supuesto, por la sapiencia que le daba su profesión, Gillmor estuvo encantada en ayudar a su prima en su propósito de rastrear sus orígenes biológicos. Convenció a Gillcrist de que se hiciera una prueba de ADN de ascendencia, que le revelaría su conexión familiar, a través de su madre.

Con las pruebas en la mano, y sus conocimientos de genealogía, la prima Gillmor pudo dar con el padre biológico de Gillcrist. “Estuve mirando los apellidos, los nombres en común, miré la geografía familiar y su nombre, el del padre de Kathy, es William Bradford Bishop Jr”, dijo la genialogista.

Claro que la revelación de la identidad del papá de Gillcrist vino con una sorpresa. Es que William Bradford Bishop Jr. era un criminal buscado por el FBI desde la década del ‘70, acusado de asesinar brutalmente a su esposa, su madre y sus tres hijos de 5, 10 y 14 años luego de tener un ataque por haber perdido un ascenso en el trabajo.

“Gillmor me dijo: ‘Está bien, encontré a tu padre. Todo lo que voy a hacer es darte su nombre’. Dije ‘¿Es alguien famoso?’. Ella dijo ‘Eh, sí’“, contó Gillcrist a la cadena local de la NBC WECT 6.

Cuando finalmente su prima le dijo lo que había hecho su papá biológico, la mujer se lo tomó con calma. “Solo me reí. Tenemos un gran sentido del humor en mi familia adoptiva y pensé: ‘Por supuesto, mi padre es un asesino’”, relató.

Un crimen atroz

El asesinato cometido por el padre biológico de Gillcrist fue extremadamente brutal. A todos sus familiares los mató a martillazos mientras dormían, de acuerdo a lo que le contó a la misma cadena el agente del FBI Charles Adams.

Según los registros del FBI, Bishop sufría de insomnio y había estado bajo atención psiquiátrica tiempo antes de cometer los crímenes. Luego de los asesinatos, el hombre se llevó los cadáveres de sus familiares en su auto unos 480 kilómetros desde Bethesda hasta Columbia, dos ciudades del estado de Maryland.

“El hombre cavó un hoyo, una tumba poco profunda, colocó los cuerpos y luego procedió a prenderles fuego”, dijo Adams.

El vehículo de Bishop fue encontrado más tarde en el Parque Nacional Great Smokey Mountains y dentro había mapas e información sobre caminatas. El FBI caracterizó al criminal como un ávido amante de la naturaleza, con una amplia experiencia en campamentos, lo que hizo que fuera difícil rastrearlo.

En 2014, fue incluido en la lista de los más buscados por el FBI, que lo sacó de la misma en 2018, cuando lo reemplazó por otro peligroso fugitivo.

Además, si el rastro de ADN que guió a Gillcrist hacia su padre no fuera suficiente, las fotos que encontró la mujer de su padre y sus hijos le dieron otra pista innegable. “Se parecen más a mí que a mis propios hijos”, señaló la mujer.

Bishop tendría hoy 80 años, pero Gillcrist cree que todavía está vivo. Hablaba varios idiomas y, según los informes, lo vieron en Europa, donde su hija biológica cree que pudo haber comenzado una nueva vida e incluso, haber formado una nueva familia.

Gillcrist documentó su historia para reencontrar a su padre y a su familia -también descubrió varios medio hermanos- en su libro de memorias It’s in my Genes (Está en mis genes).

(La Nación)