Américo De Grazia, exparlamentario alineado con el ala antidemocrática de la oposición, justificó este lunes su eventual regreso a las arenas electorales, a pesar de que ha sido uno de los promotores de la abstención.

En Twitter, De Grazia, quien resultó electo diputado en 2015 por el partido La Causa R, arguyó que la negativa a participar en las pasadas elecciones parlamentarias pretendía «deslegitimar» al gobierno del presidente Nicolás Maduro «en el concierto de naciones libres del mundo», pero que en los venideros comicios regionales y municipales, la estrategia consistiría en deslegitimarlo con «el voto útil».

En sus términos, esto implica que la alianza electoral del Gran Polo Patriótico no debería obtener ninguna gobernación, con lo cual la votación se instituiría en una acción «pre-plebiscitaria», figura esta, que al igual que el plebiscito, no está contemplada en el marco jurídico venezolano.

Asimismo, a pesar de que aseguró que la táctica abstencionista había rendido los frutos deseados, la nueva Asamblea Nacional entró en funciones el 5 de enero de 2021, la legislatura pasada feneció y Juan Guaidó, cabeza visible de ese grupo político, fue rebajado de estatus en la Unión Europea, que optó por dejar de reconocer su gobierno de usurpación y le otorgó el ambiguo título de «interlocutor privilegiado».

De otra parte, el exdiputado justificó su eventual candidatura a la gobernación de Bolívar a partir de una presunta solicitud de su coalición, así como a su condición de inhabilitado político, sanción administrativa que le fuera impuesta por la Contraloría General de la República el pasado 23 de febrero, al negarse a presentar, como corresponde por ley, su Declaración Jurada de Patrimonio.

«Por eso es que soy candidato, porque no es un proyecto personal, ni narcisista, sino político, para dar la pelea y pasar el testigo de ser necesario en el momento oportuno. Sin darle ninguna ventaja a los sátrapas para que hagan lo propio con los otros», dijo al respecto.

De lo anterior se desprende que tal candidatura no parece ser un hecho consumado. Además, reconoció que «falta» la «tarjeta unitaria nacional», si bien deslizó que el fallo podía suplirse con la «Unidad Regional».

En otro trino indicó que nadie era «indispensable» y aseguró que «la utilidad del voto no puede girar en torno a la inutilidad de una figura».

De Grazia insistió en atribuir a las elecciones regionales un estatuto plebiscitario que no poseen y en mezclar salidas jurídicas válidas como la promoción de un referéndum revocatorio en contra del presidente de la República, con atajos anticonstitucionales como la realización de elecciones presidenciales y legislativas «legítimas», en función de una «consulta popular» desarrollada el 12 de diciembre de 2020, que amén de ilegal, ni siquiera pudo ser auditada.

Por otro lado, el próximo proceso megaeleccionario no reviste, a su parecer, de responsabilidad para hacer gestión pública entre quienes resultaren electos, sino que se trataría de espacios conquistados que serían puestos al servicio de un objetivo, en su juicio, más trascendente: «liberar al pueblo», una gesta que equiparó con la del Libertador.

«¿Gobernaciones para qué? Obviamente que no serán de gestiones administrativas sino de políticas para liberar al pueblo. Simón Bolívar no es reconocido por los kilómetros de carretera construidos, sino por los recorridos que hiciera para independizar medio continente», arguyó.

Para esto, los opositores que resultaren vencedores constituirían en el Consejo Federal de Gobierno, que sería usado como plataforma de promoción del «referéndum revocatorio presidencial», al tiempo que se impulsaría «la conformación de una dirección nacional con legitimidad de origen y de ejercicio».

Más allá de la retórica, el hecho de que este exlegislador anuncie que trabajará por la convocatoria a un referéndum revocatorio contra Maduro, es un claro indicio de que reconoce que está en el cargo y lo ejerce efectivamente.

Por si ello no bastara, también admitió que asistiría a Miraflores si era convocado por el presidente y que se juramentaría ante la actual Asamblea Nacional.

«Nada de niñaterías, ni de respuestas de duquesa ofendida. Ese orgullo de godarria aristocrática, no nos luce a los luchadores populares», defendió.

Por último, señaló que regresaría a Venezuela «en el momento justo, oportuno, estratégico y necesario».

De Grazia huyó hacia Italia tras su participación en el fallido golpe de Estado del 30 de abril de 2019. La justicia venezolana le imputó los delitos de traición a la patria y concierto para delinquir, pero fue indultado en agosto de 2020. Rechazó el perdón presidencial.

(LaIguana.TV)