El prófugo de la justicia venezolana, golpista y promotor acérrimo de los hechos de violencia ocurridos en Venezuela en el 2013 y 2014, que causaron la muerte de 43 personas, Leopoldo López, quien se encuentra radicado en España luego de evadir su sentencia y escapar clandestinamente por la frontera con Colombia el año pasado, se pronunció este viernes 7 de mayo, sobre las manifestaciones en el país neogranadino a través de un comunicado, instando a los manifestantes, a no poner “en peligro lo que tantas vidas, sufrimiento y esfuerzos ha costado”.

A través de la misiva, el ultraderechista expresó que “los hechos de violencia que han ocurrido en los últimos días, (en Colombia) lo obligan, no solo como demócrata, sino como ciudadano de una Venezuela aplastada por la dictadura, a expresar su preocupación por el modo en que las protestas han derivado en jornadas de extrema violencia”. 

No obstante, el responsable de las guarimbas de 2014, agregó que ha “demostrado, por más de tres décadas, que cree en el derecho a la protesta, como una práctica democrática de personas y comunidades”.

“Creo, además, en la protesta como espacio creativo y de reivindicación que debe conducirnos a una vida mejor. Pero no creo en aquello que niega y conduce al fracaso de las protestas: la violencia fuera de control, con su secuela de muerte y destrucción, despoja la protesta de legitimidad y la empuja fuera del espacio de la convivencia. Quien protesta no debe olvidar nunca que el cuidado de la democracia no tiene pausa, que es un deber irrenunciable, que impone límites a todos, sin excepción”, expresa en el comunicado, el causante de los 43 muertos del plan “La Salida”.

“La democracia es un régimen perfectible, susceptible de mejorarse, pero cuidando siempre su estabilidad y fortalecimiento. Tiene la nación colombiana realidades que constituyen un privilegio: un gobierno, encabezado por el presidente Iván Duque, que ha declarado su disposición a escuchar y atender los reclamos, así como un conjunto de instituciones sólidas y competentes, que sabrán actuar ante los casos de violación de los derechos humanos, por parte de los agentes de la violencia, sea civiles o uniformados”, destacó. 

López, quien se encargó de realizar llamados incendiarios a través de tuits y discursos el 12 de febrero de 2014 siendo el  autor intelectual de las muertes y daños a la propiedad que se produjeron ese día, en Venezuela, con el objetivo de desestabilizar al país, luego de que los representantes del Gobierno Bolivariano ganaran las elecciones municipales del 8 de diciembre de 2013, expresó importarle la democracia en Colombia.

“Soy uno más, entre millones de venezolanos, a los que nos importa el buen camino de la democracia colombiana, que, por décadas y afrontando los más complejos peligros, ha sabido continuar en su búsqueda de paz y progreso”, asegura en la misiva.

Leopoldo López, fue arrestado en 2014 y sentenciado a casi 14 años de cárcel, tras ser acusado por participar e impulsar los delitos de incendio y daños que se ejecutaron como parte de un plan de derrocamiento llamado «La Salida» contra el presidente Nicolás Maduro, hechos que dejaron un saldo de 43 muertos, 600 heridos y más de 3.500 detenidos. En su expediente se incluye instigación a delinquir, intimidación pública, daños a la propiedad estatal y homicidio intencional calificado.

López comenzó a cumplir su condena en la cárcel de Ramo Verde, ubicada al oeste del estado Miranda, el 10 de septiembre de 2015, luego en el 2017, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) le otorgó arresto domiciliario a partir del 8 de julio de 2018, como medida humanitaria por presentar problemas de salud. 

Sin embargo, López no dejó de hacer planes golpistas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, por lo que desde el 30 de abril de 2019, tras participar en un fallido levantamiento militar, junto al autoproclamado Juan Guaidó, se hospedó en la residencia del embajador de España en Caracas, lugar donde estuvo durante 18 meses, hasta el 24 de octubre de 2020, cuando en complicidad con algunos diplomáticos dejó la embajada y salió de Venezuela de forma clandestina, por la frontera con Colombia.

(LaIguana.TV)