En septiembre de 2020, el crack brasileño Neymar se despidió de la marca de ropa deportiva Nike tras 15 años de colaboración. Sin embargo, no fue el único en poner fin a su relación con el gigante estadounidense. ¿A qué se debe esta tendencia?
 
Las grandes figuras del mundo del fútbol, como el español Sergio Ramos —que rompió el contrato con Nike en noviembre de 2020 y optó por Adidas— y sus compañeros del Real Madrid Raphael Varane y Marco Asensio o el centrocampista del Liverpool F.C. Thiago Alcántara, entre otros, dejaron la marca en plena pandemia. Una fuente familiarizada con el asunto explicó al portal The Athletic que esto puede calificarse de una nueva etapa en el mercado de los anuncios publicitarios deportivos.
 
Fue la propia Nike quien optó por no prorrogar los contratos con la mayoría de los deportistas debido a la crisis financiera global causada por la pandemia. En concreto, la compañía perdió 790 millones de dólares en el primer trimestre de 2020, aunque los analistas pronosticaban que iba a ganar 130 millones.
 
«Esto va a cambiar todo el negocio», se muestra convencido el fundador de Nike, Phil Knightcitado por Sport Business.
Sin embargo, hay fuentes que afirman que entre las posibles razones también figura un supuesto cambio en la política de la popular marca: a partir de ahora, en vez de firmar contratos de seis dígitos con los atletas de élite, podría optar por colaborar con deportistas menos famosos y buscar una mayor diversidad racial y de género en su equipo.
 
Los expertos coinciden en que los gigantes de la industria tampoco están interesados en firmar contratos con los defensas. En vez de esto, buscan colaborar con los delanteros, aunque no apuestan por jugadores jóvenes. Al mismo tiempo, la reducción del número de contratos a gran escala implica una subida de los sueldos de los atletas que continuarán colaborando con dichas compañías.
 
Cabe señalar que Nike no es la única marca de ropa deportiva afectada por la pandemia. Por ejemplo, las ganancias de uno de los grandes rivales de la empresa, la alemana Adidas, llegaron a caer más del 90% en el primer trimestre de 2020. El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio y del Euro 2020 también afectó a la planificación presupuestaria de la marca.