El profesor universitario y youtuber Elkin Rubiano analizó la nueva estrategia del expresidente Álvaro Uribe de utilizar el concepto de «revolución molecular disipada”, con el fin de justificar la ola de represión contra manifestantes en Colombia.

Así lo explicó durante la más reciente emisión del programa Cara a Cara, de LaIguana.TV, conducido por el periodista Clodovaldo Hernández.

De acuerdo con Rubiano, el término utilizado por Uribe ha sido ampliamente divulgado por el entomólogo de extrema derecha chileno Alexis López, para dar a entender que las protestas son una lucha que no tiene centro, «sino que se riega por distintos sectores de la sociedad y se vincula a distintos intereses, pero que detrás de esta dispersión hay un plan definido del comunismo internacional para tomar el poder».

En este sentido, el experto explicó que bajo dicho concepto, se plantea que las autoridades deben responder «con toda la legitimidad de la defensa que recae en ellos, es decir, aplastar esa protesta urbana, no reconocer ninguna legitimidad de las demandas sociales». 

Según Rubiano, imponer esta teoría solo busca desconocer las causas reales de las protestas y exigencias sociales alrededor del mundo.

«Todas estas teorías de conspiración lo que buscan es negar las causas y las causas son sociales, de precariedad laboral, de no estar integrado al sistema de salud, de no tener un futuro claramente establecido», precisó.

Al respecto, indicó que aunque hay una gran cantidad de razones que son fácilmente visibles para que el pueblo esté en las calles, los gobernantes las niegan sistemáticamente y han pretendido vincular las protestas con la narco-guerrilla.

Aseguró que Uribe se ha valido de su liderazgo y carisma para proveer un lenguaje que permite diagnosticar, a su manera, lo que sucede en Colombia, y aunque no tiene mayores argumentos, dicho discurso es ampliamente replicado, incluso por los medios de comunicación, llevando así un mensaje a las fuerzas del orden público y a la ciudadanía que hace parte del centro democrático de legitimar la utilización de las armas por parte de la policía contra población civil. 

«¿Ese lenguaje qué dice? Pues el lenguaje tiene que ver con castrochavismo, con guerrilleros violadores de niños y una gran cantidad de palabras. (…) Y cuando uno se mete en las redes sociales se da cuenta de que automáticamente no aparece el argumento, no aparece el interés por reflexionar, sino que automáticamente se replica el arsenal discursivo que provee el líder carismático, entonces esto termina convirtiéndose en una forma de entender la realidad de manera sectárea», subrayó. 

Aseguró que dicho «sectarismo no permite dialogar, no permite la política -en términos filosóficos-, no permite el disenso».

«El mensaje internacional que se está enviando es de dictadura. Acá estamos en una dictadura disfrazada de democracia, lo que vivimos en los últimos meses es lo que se vive en una dictadura. En Cali han sacado a muchachos de sus casas, lo que tenemos en la memoria de las dictaduras en Suramérica es lo que esta pasando, una negación con respecto a la comunidad internacional», agregó.

Señaló que Iván Duque además ha pretendido desviar su responsabilidad en la crisis que vive Colombia actualmente al culpar al senador Gustavo Petro, intentado crear una confrontación entre derecha e izquierda y deslegitimando a las personas que están en las calles y no están con ningún sector político.

«Esta protesta que estalló proviene de distintos sectores. (…) Gran cantidad de jóvenes que hoy salen a las calles alrededor del mundo no están ideologizados, no se identifican ni con la izquierda, ni con la derecha, ni con la idea que se conoce como de centro. ¿Qué es lo que se quiere? empleo digno, educación, salud, seguridad urbana. Se sale por reclamar unos mínimos de vida digna no circunscritos a ningún espectro ideológico», añadió.

También recalcó que la derecha ha creado fake news para desprestigiar las movilizaciones y se ha pretendido estigmatizar a los manifestantes, para calificarlos como «enemigos del país».

«Alguien no puede apoyar el paro porque es considerado como terrorista y guerrillero, incluso dentro de la propia familia (…) Ese estigma va acompañado por las redes sociales, los fake news, los montajes», añadió. 

(LaIguana.TV)