La filial estadounidense del gigante brasileño de procesamiento de carne JBS anunció el lunes haber sido el blanco de piratas informáticos, lo que la obligó a paralizar operaciones en Estados Unidos y Australia, en el último caso de un hackeo contra grandes empresas. 

«JBS USA determinó haber sido el objetivo de un ataque de ciberseguridad organizado, que afectó a algunos de los servidores que soportan sus sistemas IT de América del Norte y Australia», dijo la firma en un comunicado, sin precisar la naturaleza de esta intrusión detectada el domingo. 

El ataque ocurre menos de un mes después del que golpeó de manera importante al operador de oleoductos estadounidense Colonial Pipeline y amplía el rango de multinacionales víctimas de intrusiones informáticas masivas. 

JBS USA, una de las principales productoras de carne de vacuna y porcina de Estados Unidos, precisó que suspendió todos los sistemas afectados y llamó a su personal informático y a expertos externos para abordar la infracción. 

La filial estadounidense dijo no tener «constancia en este momento de que los datos de clientes, proveedores o empleados se hayan visto comprometidos o se hayan utilizado de forma indebida como resultado de esta situación», aunque advirtió que las transacciones con clientes y proveedores podrían sufrir retrasos. 

Asimismo, aseguró que sus servidores de copia de seguridad no se vieron afectados. 

JBS, multinacional brasileña especializada en productos a base de carne, pollo y cerdo, es una de las mayores empresas agroalimentarias del mundo. Además de Brasil y otros países latinoamericanos, tiene operaciones en Estados Unidos, Australia, Canadá, Europa, México, Nueva Zelanda y Gran Bretaña.  

10.000 trabajadores

En Australia, las actividades de JBS quedaron paralizadas por el ataque y hasta 10.000 trabajadores fueron enviados a casa sin paga, dijo a la AFP el secretario de la rama sindical de Queensland, Matt Journeaux.  

«Retiraron a los trabajadores de todas las operaciones de JBS», indicó, agregando que la firma aun no había informado cuándo se reanudarán las operaciones. 

El ministro australiano de Agricultura, David Littleproud, dijo en un comunicado estar «al tanto de los informes» del ataque, pero se negó a comentar «hasta disponer de más detalles». 

«La resolución del incidente llevará tiempo, lo que puede retrasar ciertas transacciones con clientes y proveedores», añadió.  

JBS Foods es una de las empresas de procesamiento de carne y alimentos más grandes de Australia y desempeña un papel clave en el sector agrícola del país, con compras que alcanzan los 2.400 millones de dólares anuales. 

Los ciberataques contra grupos económicos de envergadura se multiplican. 

A principios de mayo, piratas informáticos atacaron Colonial Pipeline, que transporta casi la mitad de la gasolina y otros combustibles que se consumen en la costa este de Estados Unidos. 

Obligada a cerrar sus operaciones, lo que provocó escasez y compras de pánico entre los automovilistas, la empresa reconoció que pagó a los atacantes un rescate de 4,4 millones de dólares para que sus sistemas en línea fueran liberados. 

(AFP)