En Colombia, desde que iniciaron las protestas en el marco del paro nacional el pasado 28 de abril, manifestantes han denunciado que civiles armados disparan contra ellos bajo la mirada cómplice de agentes policiales, una situación que se ha convertido en regularidad en la ciudad de Cali, la tercera más grande del país, devenida en epicentro del conflicto.

En ese orden, la periodista Patricia Villegas, presidenta de la cadena multiestatal teleSUR, compartió en Twitter un reporte correspondiente a la jornada de protestas del viernes 4 de junio, en el que se muestra el desarrollo de un ataque conjunto de civiles armados y policías contra otros civiles apostados en una concentración en Siloé, un barrio popular Cali.

Según Villegas, que es colombiana y está familiarizada con la realidad de su país, el sector siempre «ha sido acribillado por las fuerzas del orden», una situación que no ha cambiado en el presente.

La comunicadora apuntó que aún se desconoce la cantidad de heridos que dejó el incidente y tampoco se sabe si hubo víctimas fatales. Destacó, asimismo, que estos desmanes ocurren a pesar que la alcaldía de la ciudad acordó entablar un diálogo con los manifestantes, autodenominados «La Primera Línea».

Por lo contrario, ella señala que «en la práctica, han sido fulminados por el gobierno nacional». Una prueba de la política represiva y antidiálogo estaría en los resultados del anuncio que hiciera el ministerio de Defensa en Twitter, en el se que informó que desplegaría a 850 policías y 450 soldados para que desbloquearan las calles caleñas

«Seis detenidos, un desaparecido en la madrugada y un número no determinado de heridos, según la Red de Derechos Humanos Francisco Javier Ocampo Cepeda, es el saldo de esta acción anunciada por Twitter», refirió Villegas.

Además de la represión pública, los cuerpos de seguridad del Estado habrían implementado  una estrategia de «búsqueda selectiva de ciudadanos que presuntamente habrían participado de los bloqueos, que son considerados el punto de honor del gobierno de Iván Duque para sentarse a negociar».

Mientras tanto, la Policía no deja de reprimir y según un testigo que aceptó hablar a condición de anonimato, «la Policía llega y dice que es una orden, que los tienen que requisar, que se los tienen que llevar», lo que abre el compás para la comisión de violaciones a los derechos humanos.

Patricia Villegas subraya que «las redes se han convertido en la oportunidad de contar qué es lo que pasa», pues las salas de redacción tradicionales no han logrado reflejar la compleja realidad tras las protestas antigubernamentales y, antes bien, han proliferado las amenazas contra aquellos que se atreven a tratar de mostrarla.

«Asistimos a una suerte de ritual macabro de agresión. No hay rituales despejados para contar este ciclo que ya lleva 38 jornadas con sus soles y sus lunas», señaló para concluir. 

(LaIguana.TV)