Perú elige este domingo a quien deba ocupar la máxima magistratura entre dos opciones que resultan opuestas de manera diametral, una de ellas la representa el sindicalista magisterial, Pedro Castillo, la segunda la derechista Keiko Fujimori. 

Más de 25.000.000 de votantes han sido convocados para participar en la segunda vuelta de las elecciones, tras una campaña cargada de polémicas y ataques personales, así como de una lluvia de propuestas para paliar la crisis económica, social y sanitaria que afronta el país. 

Entre Castillo, de Perú Libre, y Fujimori, de Fuerza Popular, se elegirá al presidente que reemplazará al interino Francisco Sagasti el próximo 28 de julio, bicentenario de la independencia de la nación suramericana. 

El propio Sagasti hizo un llamado la víspera para salir a ejercer el voto el domingo y respetar los resultados, en cuanto sean ofrecidos por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). 

La campaña electoral se caracterizado por el intercambio de discursos, uno en el cual se acusa a Castillo de ser un «comunista» que busca imponer un «régimen chavista» y hasta tener vínculos con el desaparecido Sendero Luminoso y otro de acusar a Fujimori de representar la corrupción y las violaciones a los derechos humanos del régimen de su padre, el expresidente encarcelado Alberto Fujimori (1990-2000). 

Mientras que la candidata derechista plantea mantener el «modelo» económico de Perú, Castillo promete cambios radicales que pasan por convocar una Asamblea Constituyente. 

En ese escenario de polarización, y mientras todas las previsiones y encuestas indican que estos comicios serán disputados voto a voto, los organismos electorales encabezados por el JNE reafirmaron que garantizan la «transparencia y confiabilidad» de los resultados. 

El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas, aseguró que el sistema trabaja «de forma intensa y coordinada para asegurar la transparencia y limpieza de la segunda elección presidencial», tal como ocurrió en los comicios generales del pasado 11 de abril. 

El Ministerio de Defensa ratificó, a su turno, el rol constitucional de las Fuerzas Armadas y su «compromiso de respetar la voluntad del pueblo expresada en las urnas», en respuesta a los crecientes bulos y falsedades difuminados en redes digitales que señalan la disposición de los militares para intervenir en caso de que ganara Pedro Castillo. 

Se han establecido una serie de protocolos sanitarios para el día de la votación, que se ejercerá de 07H00 local (12H00 UTC) hasta las 19H00 horas e incluye un horario especial de dos horas para los adultos mayores de 60 años. 

(teleSUR)