Este lunes 7 de junio, en un fallo histórico, la Corte Suprema de Estados Unidos abrió el compás para que el gobierno vete la residencia permanente a los migrantes que hayan ingresado ilegalmente al país, aún cuando estén amparados por un Estatuto de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).

La Corte alegó que «un beneficiario de TPS que ingresó ilegalmente a los Estados Unidos no es elegible bajo la sección 1.255 para el estatus de residencia permanente (LPR, por sus siglas en inglés)», solamente por ese hecho, puesto que este instrumento jurídico «establece que la elegibilidad para el estatus de LPR generalmente requiere una ‘admisión’ en el país, definida como ‘la entrada legal del extranjero a los Estados Unidos después de la inspección y autorización de un oficial de inmigración'».

Con base en lo anterior, el ente concluye que aunque el migrante en cuestión haya sido amparado por el TPS, esto no elimina su ingreso irregular al territorio estadounidense y si bien se reconoce que el beneficio es «a menudo invocado» en el marco de la solicitud de LPR, se trata de dos procedimientos diferentes.

El caso que dio lugar al fallo judicial

La máxima instancia jurídica estadounidense dictó este fallo a partir de la situación de José Sánchez y Sonia González, una pareja de salvadoreños que emigró a Estados Unidos a finales de la década de 1990 y les fue otorgado el TPS, a pesar de que ingresaron ilegalmente al país.

Trascendió que Sánchez y González tienen cuatro hijos, de los cuales solamente el menor tiene ciudadanía estadounidense. Según informes de la prensa, ambos solicitaron la residencia permanente en 2014, pero su demanda fue denegada por las autoridades con el argumento de que eran migrantes ilegales y el caso llegó hasta la Corte Suprema.

Estados Unidos otorga TPS a migrantes procedentes de Myanmar, El Salvador, Honduras, Haití, Nepal, Venezuela, Nicaragua, Sudán del Sur, Somalia, Siria y Yemen que puedan demostrar que son víctimas de conflictos armados o desastres naturales. El documento les permite permanecer en dentro de ese país sin ser deportados y obtener documentos de residencia temporal.

El gobierno estadounidense ha otorgado el estatuto a unos 400.000 extranjeros, de los cuales 85.000 ya son residentes permanentes.

(LaIguana.TV)