Luego de que salió a la luz pública la participación de mercenarios colombianos en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, los medios de comunicación de la derecha han pretendido restar importancia a este hecho y hacer creer ante la opinión pública de que solo se trató de un engaño contra los exmilitares neogranadinos.

Tal es el caso de medios como W Radio, Revista Semana o Blu Radio, que han hecho eco de información —supuestamente brindada por familiares o allegados de los detenidos— para poner en tela de juicio la versión oficial del Gobierno de Haití, la cual sostiene que el asesinato fue cometido por un comando integrado por mercenarios colombianos.

Específicamente, la Revista Semana difundió un supuesto audio de uno de los aprehendidos, el sargento viceprimero retirado Ángel Mario Yarce, donde asegura a su esposa que ellos habrían sido contratados para trabajar como guardaespaldas del primer mandatario de la nación caribeña, labores por las cuales recibirían entre 2.500 a 3.000 dólares mensual.

Estos medios, además, han publicado artículos en los que se señala que los exmilitares estaban en suelo haitiano para «unirse a la lucha contras las bandas criminales en los barrios populares de ese país», pese a que la propia primera dama haitiana, Martine Étienne Moïse, testigo del asesinato y quien resultó gravemente herida durante la operación criminal, confirmó —mediante un audio difundido en su cuenta en Twitter— que los sujetos fueron contratados para asesinar al mandatario nacional dentro de su casa.

De acuerdo con el senador colombiano Gustavo Bolívar, esta postura adoptada por los medios de comunicación es una demostración del doble discurso que maneja la oligarquía colombiana, la cual defiende a los exmilitares señalados de torturar y acabar con la vida del presidente Moïse, tildándolos de «contratistas engañados», pero, al mismo tiempo, califica de terroristas y vándalos a los manifestantes colombianos que salieron a las calles en contra de las políticas neoliberales del Gobierno de Iván Duque, en un intento de criminalizar la lucha del pueblo colombiano por la defensa de sus derechos. 

En este sentido, el también senador Iván Cepeda Castro puso en duda que estos militares profesionales hayan sido tan ingenuos como para participar, bajo engaños, en un plan para asesinar a un jefe de Estado.

«Afirman ahora que los militares colombianos (curtidos soldados profesionales y exintegrantes de unidades de élite) ‘fueron engañados’ y llevados en medio de su ingenuidad a una operación mercenaria. Pobres», subrayó en su cuenta en Twitter en tono de ironía.

(LaIguana.TV)

 

 
 
 
 
 
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