Tras el ascenso de el Talibán en Afganistán, la administración Biden emprendió acciones para bloquear los activos que el país centroasiático posee en el extranjero, la mayor parte de ellos en suelo estadounidense, reseña The New York Times.

Según esta fuente «el martes –17 de agosto–, un funcionario de la administración de Biden dijo que se había bloqueado el acceso a las reservas del Banco Central Afgano en Estados Unidos».

El diario neoyorquino destacó que con «esta acción, que fue tomada por el Departamento del Tesoro», se pretende ejercer «presión económica sobre los talibanes».

En paralelo, un grupo de congresistas dirigió una carta a la secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, a quien demandaron a impedir «la liberación programada» de unos 455 millones de dólares procedentes del fondo de reserva de emergencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), bajo el alegato de que los talibanes tendrían acceso al dinero.

A final de la tarde de este miércoles, Reuters confirmó que el FMI había suspendido el acceso de Afganistán a estos recursos, alegando «falta de claridad dentro de la comunidad internacional con respecto al reconocimiento de un gobierno en Afganistán», según se infiere del comunicado leído por un portavoz del ente.

Según Ajmal Ahmady, director del Banco Central Afgano del gobierno de Ashraf Ghani, la mayor parte de los 9.000 millones de dólares que constituyen las reservas internacionales del país, están fuera del alcance del régimen talibán.

En un hilo difundido en Twitter, el exfuncionario detalló que casi todo ese dinero está fuera de las fronteras afganas, particularmente en los Estados Unidos, donde la Reserva Federal maneja activos valorados en 7.000 millones de dólares.

Además, Afganistán posee otras cuentas internacionales que suman 1.300 millones de dólares y otros 700 millones de dólares están depositados en el Banco de Pagos Internacionales con sede en Suiza, que, según el Times, «actúa como banco para los bancos centrales».

«Podemos decir que los fondos accesibles a los talibanes son quizás del 0,1 al 0,2 por ciento de las reservas internacionales totales de Afganistán», escribió Ahmady. «Poco», añadió.

De acuerdo con la explicación por él ofrecida, el país centroasiático es dependiente de los envíos de dólares en efectivo, debido a un déficit estructural en su cuenta corriente. Más precisamente, refiere The New York Times, «Afganistán importa unas cinco veces más bienes de los que exporta formalmente».

De allí que Ahmady advirtiera que «la cantidad de efectivo que queda es cercana a cero debido a la interrupción de los envíos debido a que la situación de seguridad se deterioró, especialmente durante los últimos días».

Según su versión, el viernes habría recibido una llamada en la que se le informaba sobre la cancelación del envío de divisas, lo que obligó a los bancos locales a limitar la cantidad de dólares que los clientes podían retirar, con el propósito de no limitar el suministro de dólares al Banco Central Afgano.

En todo caso, el exfuncionario prevé que sin el acceso a estos dineros, el Talibán «probablemente tendrá que implementar controles de capital y limitar el acceso a dólares, comenzando un ciclo en el que la moneda nacional, conocida como afghani, se depreciará y la inflación aumentará rápidamente», sintetiza el Times, si bien hasta el momento, la moneda local no ha acusado estos efectos.

(LaIguana.TV)