La exposición constante a los ruidos de las carreteras y los ferrocarriles podría aumentar la probabilidad de una persona sufrir una pérdida de las funciones cognitivas, revela un nuevo estudio. 

La investigación, considerada el estudio más grande de su tipo, se llevó a cabo en Dinamarca a lo largo de más de una década. Los científicos concluyeron que las personas que viven en áreas con ruido de transporte corren un mayor riesgo de padecer demencia, en particular la enfermedad de Alzheimer. 

Los investigadores analizaron los datos de dos millones de adultos mayores de 60 años que vivían en el país entre 2004 y 2017 para entender mejor la asociación entre la exposición residencial a largo plazo al ruido de las carreteras y los ferrocarriles con el riesgo de padecer demencia. 

Después de tener en cuenta los factores que potencialmente podrían influir en los resultados, el estudio concluyó que hasta 1.216 de los 8.475 casos de demencia registrados en Dinamarca en 2017 podrían atribuirse al ruido del transporte. 

«El diagnóstico en unos 963 pacientes se atribuyó al ruido del tráfico vial y en 253 pacientes al ruido de los ferrocarriles», detallan los científicos citados por The Guardian. 

Los investigadores consideran que, de confirmarse sus hallazgos en estudios posteriores, «podrían tener un gran efecto en la estimación de la carga de enfermedad y los costos de atención médica atribuidos al ruido del transporte». 

«Ampliar nuestro conocimiento de los efectos nocivos del ruido en la salud es esencial para establecer prioridades e implementar políticas y estrategias de salud pública efectivas centradas en la prevención y el control de enfermedades, incluida la demencia», subrayan los científicos. 

Unas de las posibles razones de por qué estos ruidos pueden afectar negativamente la salud sería el hecho de que causan la liberación de hormonas del estrés y trastornos del sueño. Esto conduce a enfermedades cardíacas, cambios en el sistema inmunológico e inflamación, los cuales están comprobadamente relacionados con la aparición de la demencia. 

El estudio, sin embargo, es observacional y tiene limitaciones. Se desconoce, por ejemplo, la información acerca del aislamiento acústico en las casas, lo que podría afectar la exposición de las personas al ruido. Sin embargo, la escala y duración de la investigación sugieren que los resultados corresponden a la realidad. 

El hallazgo se publicó el 9 de septiembre en la revista científica BMJ. 

(Sputnik)