¿Cómo vamos en este experimento en el que participamos de forma voluntaria y que consiste en estar siempre “en línea”?

Recientemente El fundador de Telegram, Pável Dúrov, nos advirtió que «el contenido irrelevante» de aplicaciones y plataformas como Netflix y Tiktok está «embarrando» nuestras mentes. La periodista e investigadora Naile Manjarrés dedica un capítulo de Entre Líneas a estas declaraciones y más revelaciones sobre las secuelas que ha dejado en nuestras mentes el permanecer siempre conectados.

Dúrov asegura que “nuestro cerebro no distingue ficción de realidad y la abundancia de entretenimiento digital mantiene nuestra subconsciencia ocupada generando soluciones a problemas que no existen». Así, mientras los talibanes toman el poder y no permiten mujeres en el Gobierno de Afganistán y mientras Juan Guaidó se roba Monómeros en una pataleta contra la mesa de diálogo por Venezuela, el cerebro de gran cantidad de personas estaba dentro de la casa de la moneda en La Casa de Papel. Ya conocemos el decir popular que reza: “La prueba es inútil si no se quiere creer”.

Si lo que se dice “política” no es de interés para jóvenes y adolescentes, quizás más concentrados en producir formas de autosustento  o simplemente entretenerse, pues – según Dúrov – los algoritmos de recomendación de las plataformas antes mencionadas nos entretienen, sí, pero también nos están abarrotando de ofertas que amenazan la «libertad creativa» de las personas. Muchos de sus contenidos son una afrenta a la capacidad de crear y hacer.

Según Dúrov, “la mente es nuestra herramienta más poderosa. No hay nada que no pueda hacer» para mal y para bien, incluso descansando sigue trabajando, pero la estamos desgastando y si hay exceso de información que no aporta realmente a nuestra construcción como individuo ya nos está jugando en contra.

Cada año somos menos libres

El fundador de Telegram asegura que «cada año cedemos más poder y control sobre nuestras vidas a un puñado de ejecutivos corporativos irresponsables».

Con estas advertencias Dúrov recuerda la importancia de alimentar la mente con «hechos reales» que nos permiten solucionar «problemas fundamentales», es decir, ser inteligentes, «seres pensantes que pueden llegar a soluciones inesperadas».

Según el experto en programación, aunque estuviéramos confinados durante casi un año y medio, el mundo sigue siendo un lugar brutal, y nuestras mentes están atestadas de datos que a la larga no nos permitirán ejercer la inteligencia para la supervivencia.

(LaIguana.TV)