Luis Almagro, secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebró las acciones emprendidas por el mandatario colombiano, Iván Duque, para aparentemente acoger a los migrantes venezolanos.

En declaraciones ofrecidas a la prensa tras un encuentro bilateral en Washington, Almagro dijo que Colombia y Duque habían pagado «el precio político y el precio económico, el precio social de asimilar la migración producto de una dictadura atroz que le ha conculcado los derechos económicos, sociales, políticos y civiles de la gente».

Sin embargo, en su intervención no aludió al asesinato sistemático de migrantes venezolanos denunciado por Caracas, ni tampoco al reciente ajusticiamiento de dos adolescentes venezolanos en el departamento de Norte de Santander, aunque el hecho incluso fue condenado por la oficina de Naciones Unidas en Colombia.

En contraste, el funcionario aseguró que en la práctica era «muy difícil encontrar» en alguna parte el mismo «sentido humanitario» que supuestamente Duque le había dado a la migración venezolana en Colombia.

Almagro no desaprovechó la ocasión para arremeter contra el Gobierno venezolano, al que tachó nuevamente de «dictadura». En ese orden, indicó que «los temas políticos» de Venezuela eran «de preocupación en el hemisferio» y admitió que «el seguimiento» que su despacho hacía de ellos «está repleto de coincidencias» con lo que manifiesta Bogotá.

El secretario general de la OEA también aludió a su «preocupación por la situación en Nicaragua», así como por los «presos políticos en Nicaragua, en Venezuela y en Cuba», lo que definitivamente son «motivo de trabajo» de la organización que encabeza.

(LaIguana.TV)