Este 1 de noviembre, el asistente de dirección David Halls, quien le entregara al actor Alec Baldwin el arma de la que salió en disparo que segó la vida Halyna Hutchins, directora de fotografía del ‘western’ Rush, formuló sus primeros comentarios públicos acerca del terrible incidente. 

En un comunicado enviado a New York Post, Hills aseguró que estaba «en shock y triste» por el deceso de su colega, pero no aludió directamente ni a los disparos ni a su participación en lo que hasta ahora se considera una cadena desafortunada de eventos. 

En el documento, el profesional se refirió a Hutchins como «una amiga» y como «una de las personas más talentosas» con las que había compartido set, al tiempo que expresó que aspiraba que «esta tragedia lleve a la industria a revaluar sus valores y prácticas para garantizar que nadie resulte herido durante el proceso creativo».

Halls y la armera Hannah Gutierrez-Reed tenían a su cargo la manipulación y la verificación de todas las armas en el plató, pero en conversación con la Policía, el asistente de dirección admitió que «debió haber chequeado» que todas las balas en el revolver Colt .45 del que salió el fatídico disparo eran falsas, pero no lo hizo.  

Por su lado, el pasado jueves los abogados de Gutiérrez-Reed difundieron un comunicado en el que la experta en armas negaba cualquier responsabilidad en el evento que condujo a la muerte de Hutchins. 

Aunque en el texto se enfatizó su impecable trayectoria y se sostiene que ella «no tiene ni idea de dónde salieron las balas reales», en otro punto se lee que había sido contratada para dos funciones distintas en el rodaje, lo que habría comprometido su capacidad para «concentrarse en su trabajo como armera». 

Además de esto, Gutiérrez-Reed alegó que se conjugaron otros factores «incluyendo la falta de reuniones de seguridad», lo que ocasionó que el espacio de trabajo «se volviera inseguro». 

El impacto fuera de los sets de grabación

AFP sostiene que «unas 100.000 personas han firmado una petición para que sean removidas de forma permanente las armas de fuego de los sets», puesto que efectos como el sonido o los destellos podrían «añadirse fácilmente a armas de plástico» en la posproducción.

Entre tanto, a pesar de que se solidarizó con los deudos de Halyna Hutchins y que ha recibido apoyo, Halls sigue en la mira de las autoridades, que aún no descartan imputarlo. 

Adam Mendoza, ‘sheriff’ del condado de Santa Fe, Adan Mendoza, dijo a la prensa que las balas reales «no deberían estar» en el set y opinó que «hubo algo de complacencia en esa locación». 

(LaIguana.TV)