El dirigente ultraderechista Freddy Guevara adelantó que está «convencido» de que el pseudogobierno de Juan Guaidó continuará en 2022, pero «con modificaciones» las cuales no reveló.

«Quitar a Guaidó y al gobierno interino, pudiera ser el mayor favor que le pudiéramos hacer a Maduro», sostuvo en una entrevista concedida a Zeta y que apareció publicada este viernes.

A su juicio, «no existe ninguna razón patriota, estratégica o de fondo para perder el terreno ganado». «Podemos plantearnos cambios con base a las circunstancias, lo que no tiene sentido es entregar lo que se ha conquistado», insistió.

Guevara se refería a supuestas «representaciones diplomáticas», incluida la de la Organización de Estados Americanos (OEA), pese a que Venezuela abandonó el mecanismo en 2019 y empezó a tramitar su salida un par de años antes, y que solo 16 países de los 193 que conforman el pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas insistieron en respaldar al así llamado «interinato».

Sobre esto, Guevara justificó la permanencia de la inconstitucional figura sobre la base de un mantenimiento de «lo fundamental, que es el no reconocimiento a Maduro».

«Al final de cuentas en esto no se trata de Guaidó o no, se trata de que si no se tiene una contraparte legítima, el de facto —es decir, Maduro— es quien asume la representación del país. Eso pasa en muchos países del mundo y se reconoce a los dictadores», justificó.

Otro riesgo que el político ultraderechista asocia a un eventual fin del interinato, es que la cúpula política agrupada en torno a Guaidó perdería el control de «todo el dinero que está congelado e incluso del oro de Inglaterra, donde la querella es quién nombra al Banco Central, es decir, quién es el presidente legítimo».

De otra parte, al ser inquirido por los numerosos escándalos de corrupción que han salpicado a la pseudoadministración de Juan Guaidó, incluyendo el caso Monómeros, culpó a «la mayoría de los partidos» que lo secundan de no haber respaldado la posición del exparlamentario devenido en cara visible de la oposición extremista, que era destituir a todos los pseudofuncionarios e iniciar «una investigación externa».

«Hubo una oposición interna que no permitió separar a los gerentes para realizar la mencionada investigación externa. Al final, la gente no distingue y nos acusan a todos de corruptos», argumentó.

(LaIguana.TV)