“Hace cincuenta años, cuando di a luz por primera vez como madre joven, pensé que no podía haber dolor más grande, pero pronto lo olvidé cuando sostuve a mi hermoso bebé en mis brazos. Lo llamé Julian”. La madre del periodista y fundador de WikiLeaks Julian Assange, Christine Ann, hizo pública este miércoles una carta dirigida al mundo. 

“Hay un dolor más grande. El dolor incesante de ser la madre de un periodista galardonado, que tuvo el valor de publicar la verdad sobre los crímenes gubernamentales de alto nivel y la corrupción”, escribió.

“El dolor de ver a mi hijo, que intentó publicar verdades importantes, manchado a nivel mundial. El dolor de ver a mi hijo, que arriesgó su vida para denunciar la injusticia, inculpado y privado del derecho a un juicio justo, una y otra vez. El dolor de ver a un hijo sano deteriorarse lentamente, porque se le negó la atención médica y sanitaria adecuada en años y años de prisión. La angustia de ver a mi hijo sometido a crueles torturas psicológicas, en un intento de romper su inmenso espíritu”, recoge la carta.

El 10 de diciembre pasado, los jueces del Tribunal Superior de Londres dieron marcha atrás a la decisión de una magistrada de primera instancia que en enero pasado bloqueó la extradición, por considerar que Assange podría suicidarse si era encarcelado en Estados Unidos.

Al explicar su veredicto, el juez Timothy Holroyde dijo que se sentía satisfecho con la promesa hecha por los fiscales norteamericanos de que el fundador de WikiLeaks no sería encerrado en una cárcel de máxima seguridad ni sometido a medidas extremas de aislamiento.

La madre de Assange escribe en su texto: “La constante pesadilla de que sea extraditado a los Estados Unidos y luego pasar el resto de sus días enterrado vivo en total aislamiento. El miedo constante de que la CIA pueda cumplir sus planes para asesinarlo.

“La ola de tristeza cuando vi su frágil cuerpo caer exhausto por un mini derrame cerebral en la última audiencia, debido al estrés crónico”.

Añade que “muchas personas quedaron traumatizadas al ver una superpotencia vengativa que usa sus recursos ilimitados para intimidar y destruir a un individuo indefenso” y agradece a “todos los ciudadanos decentes y solidarios que protestan globalmente contra la brutal persecución política que sufrió Julian”.

“Por favor, sigan levantando la voz a sus políticos hasta que sea lo único que oirán. Su vida está en sus manos”, concluye el texto.

Assange está encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres, desde que el gobierno ecuatoriano lo entregó a las autoridades británicas en abril de 2019.

Sentenciado a 50 semanas de cárcel por violar una fianza impuesta en 2012, la justicia británica decidió mantenerlo en prisión hasta que concluya el proceso de extradición iniciado por Washington, que quiere juzgarlo por revelar crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en Iraq y Afganistán, y miles de cables con secretos de la diplomacia norteamericana.

De ser extraditado a Estados Unidos, Assange podría ser condenado a un total de 175 años de cárcel, a partir de los 17 cargos de violación de la ley de espionaje norteamericana que se le imputan.

(Cuba Debate)