Tienes que lidiar con eso: las bacterias que viven en tus intestinos tienen sexo mientras duermes, comes o das un paseo. Pero, ¿por qué lo hacen? Un reciente estudio arroja luz sobre este fenómeno.

Todos estamos al tanto de la importancia de las vitaminas del grupo B, que desempeñan un papel fundamental en el metabolismo celular. Al igual que otros seres vivos, las bacterias también necesitan esta vitamina, aunque la consiguen de una manera completamente inusual: la comparten a través del denominado sexo bacteriano.

«Durante el proceso, una célula forma un tubo a través del cual el ADN puede pasar a otra célula. Es como si dos humanos tuvieran sexo y ahora ambos fueran pelirrojos», explica el principal autor del estudio, el microbiólogo Patrick Degnan, de la Universidad de California en Riverside.

Durante el experimento, Degnan y sus colegas mezclaron las bacterias que podían transportar la vitamina B12 con las que eran incapaces de hacerlo. Una vez en la placa de Petri o en el organismo de un ratón de laboratorio, los microorganismos del primer grupo formaron tubos, bautizados como pilus sexuales. Y al final del experimento, las bacterias del segundo grupo no solo seguían vivos, sino que también adquirieron los genes que les dieron la oportunidad de transportar B12.

Los científicos conocen esta herramienta, bautizada como genes saltarines y que desempeña un papel importante en la resistencia de las bacterias a los antibióticos, desde hace décadas. Sin embargo, esta es la primera vez que llegan a la conclusión de que también les ayuda a compartir vitaminas.

«Estamos entusiasmados con este estudio, pues muestra que este proceso no es solo para la resistencia a los antibióticos. Es probable que el intercambio horizontal de genes entre los microbios se use para cualquier cosa que aumente su capacidad de sobrevivir, incluido el intercambio de vitamina B12», señala Degnan.

(Sputnik)