Esta planta de la familia de las Zingiberaceae, de nombre científico rizoma de zingiber officinale roscoe, se caracteriza por tener un sabor picante y amargo, y tiene diversos beneficios para la salud.

Es rica en minerales como el manganeso, hierro, zinc, magnesio, potasio, fósforo y calcio, así como en vitaminas como la C, B3, B6, B1, B2, B9 y vitamina E.

El jengibre también posee fitoquímicos como flavonoides, taninos, shogaol, paradoles y el gingerol, el componente activo de esta planta al cual se le adjudican efectos antiinflamatorios y antioxidantes.

Precisamente el gingerol es el ingrediente que sería responsable de evitar la aparición de piedras en el riñón y aliviar molestias causadas por este mal por sus propiedades analgésicas.

El jengibre también ayuda a regular los niveles de glucosa y colesterol, al mismo tiempo que ayuda a mejorar la circulación por su función vasodilatadora.

Otro uso que se le da al jengibre es para tratar ciertas enfermedades gastrointestinales, pues desde su consumo se produce saliva, ayuda a tener un buen proceso digestivo y tiene propiedades antieméticas (contra las náuseas y mareos).

Cabe destacar que, a pesar de los grandes beneficios del jengibre, es importante tener cuidado con su consumo ya que los efectos que tiene en la presión arterial, la circulación y la digestión pueden ser contraproducentes si se combina con otros tratamientos que incluyan ingredientes como la nifedipina, el ditiazem, la isradipina o la amlodipina.

Antes de consumir jengibre como parte de un tratamiento preventivo lo recomendable es consultar con un médico.

(Sputnik)