El gobierno del presidente Nicolás Maduro tomó una decisión el año pasado de expulsar del territorio a todos los integrantes de grupos irregulares provenientes de Colombia, los cuales estaban asentados mayormente en Apure. Esa decisión ha sido corroborada por altos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).

Hasta ahora, en el despliegue de la Fanb mediante la operación Vuelvan Caras 2022, han sido detectados y destruidos 37 campamentos de grupos disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

Esas células estaban asentadas en Apure presuntamente con la anuencia de líderes políticos regionales. Pero de un tiempo acá, dichos grupos fueron captados por carteles del narcotráfico colombiano para traficar drogas a través de esa zona fronteriza entre Apure y Colombia, situación que alteró la paz en la entidad llanera, según informes de inteligencia.  

Para ese tráfico de drogas, las disidencias de las Farc usaban a grupos de la delincuencia organizada que operan en Apure, especialmente en los municipios Rómulo Gallegos (Elorza), José Antonio Páez (Guasdualito) y Muñoz (Bruzual). Precisamente en torno a esos tres municipios, el Gobierno creó una Zona Operativa de Defensa Integral Temporal Especial “para garantizar el orden interno, la paz ciudadana y los derechos humanos”.

Ese anuncio lo hizo el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López en abril del año pasado cuando ya había transcurrido un mes de combates entre las Fanb y “grupos violentos” que pululan en esa frontera de Apure y Colombia. Ningún vocero señaló a grupos en particulares; pero de manera extraoficial se conoció que se trataba del autodenominado Frente 10 de las Farc.

Aquella operación. Para ese tiempo, el almirante Remigio Ceballos, se desempeñaba como jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb).

En razón de su cargo, Ceballos ideo una operación para dar por terminados los enfrentamientos Farc (disidencias)-Fanb. Planteó una operación envolvente con un equipo táctico militar que llegara a la zona de conflicto y atacara de manera contundente a los grupos irregulares.

Es así que a mediados de junio del año pasado llegaron a Apure vía aérea un grupo de alrededor de 34 efectivos. Al parecer los grupos irregulares ya sabían de la operación y esperaron al contingente: asesinaron a 24 y secuestraron a 10, según datos no oficiales.  

El Gobierno inició las negociaciones para la recuperación de los 10 militares. A través de la Operación Centenaria lograron recuperar ocho en julio de 2021. Otros dos seguían desaparecidos.

A partir de ese momento el Alto Mando Político-Militar tomó la decisión de expulsar de Apure a todos esos grupos disidentes de las Farc. Y eso es lo que ha venido haciendo mediante la operación Vuelvan Caras.

Una de las últimas operaciones en esa dirección ocurrió hace cuatro días a orillas del rio Capanaparo, municipio Rómulo Gallegos (Elorza) donde las Fanb detuvieron a cuatro sujetos vinculados a las Farc y les incautó material bélico.

Entre lo incautado figuran tres gorras de color negra con logotipo de la Farc y una con el escudo de Colombia. Además, tres ponchos camuflados, dos bolsos de campaña, dos radios tetra Vhfm con su antena, una brújula táctica, una pistolera, cinco cajas de balines para flower calibre 5.5 de doscientos cincuenta unidades cada una, para un total de 1.250 balines; 500 gramos de explosivo casero construido con pólvora azulfarada y un banderín con el logotipo de la Farc.

La mayoría de los campamentos detectados y destruidos en Apure, contenían materiales alusivos a las Farc así como armas y municiones. También localizaron zonas con carros-bombas, los cuales fueron desactivados. “Más de una docena”, escribió el general en jefe Domingo Hernández Lares, nuevo jefe del Ceofanb aludiendo a esos vehículos explosivos.

Durante los operativos han sido detenidos 67 sujetos, muchos de ellos integrantes de bandas criminales dedicadas al robo de ganado, secuestro y extorsión. Pero esos grupos de delincuencia común, fueron captados por los carteles colombianos para controlar porciones del territorio apureño que posteriormente emplearían en el transporte de drogas.

Hernández Lares informó que en ese despliego fue localizado el campamento donde los irregulares tuvieron secuestrados a los 10 militares entre junio y julio del año 2021.

(Eligio Rojas / LaIguana.TV)