El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este viernes que a la designación mutua de embajadores en Caracas y Bogotá, la siguiente fase de la normalización de las relaciones binacionales con Venezuela seguirá la apertura de la frontera para el tránsito de peatones y actividades comerciales y productivas, reseña EFE.

«Ya hay un flujo peatonal, de personas, que ya no recurren a las trochas, que se salvan incluso de una serie de violaciones terribles de derechos humanos en el cruce clandestino hacia uno u otro país», manifestó en el marco de una visita de cortesía a las principales cortes colombianas.

En su decir, aunque el flujo de ciudadanos es «normal», impera ampliar esa circulación para las mercancías y las actividades productivas, de manera tal que se beneficie la población –estimada en más de ocho millones, contando solo a colombianos– que hace vida en la zona. «Continuaremos con una agenda», agregó.

A la víspera, el presidente Nicolás Maduro designó como embajador de Venezuela ante Colombia al excanciller y actual director del Centro Internacional de Inversión Productiva (CIIP), Félix Plasencia y en respuesta, Petro le otorgó una responsabilidad equivalente al exsenador Armando Benedetti.

La reactivación de la frontera colombovenezolana ha sido uno de los temas centrales de la política exterior del ahora Jefe de Estado de Colombia, lo que necesariamente requiere la reparación de los lazos bilaterales formales.

Durante la administración de su antecesor, Iván Duque, Caracas rompió las relaciones diplomáticas en razón del respaldo de la Casa de Nariño al pretendido gobierno interino de Juan Guaidó en desmedro de las autoridades legítimas de Venezuela y su vinculación con distintas tentativas sediciosas, aunque las tensiones tienen al menos una década.

Así, aunque la extensa y porosa frontera común –que se extiende por más de 2.200 kilómetros– está oficialmente cerrada al comercio desde 2015 y a las personas desde el 2020 por decisión de Duque, el tránsito por pasos irregulares no se detuvo y, antes bien, proliferaron las actividades ilícitas y la presencia de grupos irregulares participantes del conflicto armado en Colombia, que han sido duramente combatidos por las autoridades castrenses de Venezuela.

Pese a este complejo panorama, tras la victoria de Petro, Maduro sostuvo que estaba listo para empezar una nueva etapa de relacionamiento con la hermana nación bolivariana, mientras que del lado colombiano, tanto el mandatario como su ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, han asegurado reiteradamente que el objetivo es regularizar las relaciones con su vecino, si bien han acotado que es un proceso que llevará tiempo, pues implica la reconstrucción de una institucionalidad que llevó décadas levantar.

 

(LaIguana.TV)