Como parte de su análisis acerca de los principales acontecimientos geopolíticos en el continente, en esta edición 472 de su programa Desde Donde Sea, el filósofo y comunicador político Miguel Ángel Pérez Pirela analizó en detalle el cambio en las relaciones entre Estados Unidos y el Gobierno de Venezuela, más allá de lo dicho ante los medios de comunicación. 
 
«Venezuela pasó de ser un país execrado, perseguido –me permito decir, incluso, violado– a partir de una patraña orquestada desde Washington, que hizo que un pelele levantara la mano en una plaza pública caraqueña y se autonombrara presidente de la República Bolivariana de Venezuela, aunque por él votó una muy pequeña franja de la sociedad venezolana, porque lo único que ha ganado Guaidó en su vida es una elección en uno de los estados más pequeños de Venezuela, La Guaira«, recapituló el especialista. 
 
Adicionalmente enfatizó en que Guaidó «es un instrumento» que usan los poderes imperiales –Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea– para «robarnos el oro, todos los dólares y euros en cuentas internacionales, para boicotearnos, sancionarnos, perseguirnos, propiciar intentos de magnicidio, intentos de invasión». 
 
A su parecer, este cambio de tornas obedece a la guerra en Ucrania, una coyuntura que hizo, casi que por arte de magia, que Venezuela pasara «de mala a buena». «¿Por qué? Porque necesitan nuestro petróleo, porque los gringos no van a tener. Y los europeos, que tanto hicieron contra Venezuela, ahora necesitan el petróleo venezolano», agregó. 
 
El experto recordó que el pasado marzo, el gobierno de Joe Biden terminó por enviar al equivalente de un ministro al Palacio de Miraflores «para pedir cacao» –acceder al petróleo venezolano– y dejó de lado «al Frankenstein creado por Donald Trump», es decir, al exdiputado Juan Guaidó. 
 
En su opinión, es inocultable la política exterior estadounidense dio un giro hacia Venezuela y le dio la espalda «a un antivenezolano». 
 
EEUU le saca la banqueta a Guaidó
 
Para ofrecer contexto a lo antes expresado, puntualizó que diversos analistas coinciden en que el regreso de Lula da Silva a la presidencia brasileña podría ser el paso que faltaba para consolidar un bloque latinoamericano integrado, que deje atrás las diatribas ideológicas y, muy por sobre todo, que permita el regreso pleno de Venezuela a los foros regionales. 
 
A su juicio, en esta apuesta, el rol de Estados Unidos es principal, pero incluso a contrapelo de la política de Washington, el gobierno de Gustavo Petro ya ha dado pasos concretos en esa dirección que se suman a los del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien de plano se negó a reconocer unas supuestas autoridades electas por nadie. 
 
El fracaso de la estrategia de «cambio de régimen» y la dilución de los respaldos regionales, parecen haber obligado a la Casa Blanca a reconocer la realidad y actuar en consecuencia: aunque no les guste, Nicolás Maduro es el presidente de Venezuela y su administración controla el país, interpretó el comunicador. 
 
En contraste, destacó, el exdiputado Juan Guaidó, a quien todavía insisten en llamar «presidente interino», no es un actor de peso en Venezuela y no ha alcanzado ni uno solo de los objetivos que anunció en enero de 2019, cuando se autoproclamó en una plaza caraqueña con la venia del entonces inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump
 
«Las cosas se están moviendo y se están moviendo muy rápidamente. Ya hay conversaciones concretas entre el gobierno de Biden y el gobierno de Nicolás Maduro», puntualizó antes de compartir un titular de LaIguana.TV :»Tiene los días contados: EEUU le pondrá fin al ‘interinato’ de Guaidó (+CNN)», en la que se ofrecen detalles de la decisión que habría tomado la Casa Blanca para apartar a Guaidó, según divulgara la cadena CNN. 
 
Para ahondar en los detalles relató que el pasado jueves, un informe de The Financial Times aseguró que el gobierno de Joe Biden pondrá fin al «interinato» el próximo 5 enero, cuando inicie el nuevo año legislativo, una especie que fue confirmada a CNN por una fuente de alto nivel ligada a la oposición venezolana. 
 
Otra persona consultada por la cadena estadounidense dijo que la decisión había sido «negociada hace rato». El reporte aparecido en el diario británico sostiene que los partidos que acompañaron la pretendida administración «están discutiendo un plan para terminar su ‘gobierno interino’ y abandonar la pretensión de Juan Guaidó de ser el líder –supuestamente– legítimo del país».
 
Una fuente citada por The Financial Times destacó que Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, partidos de la Plataforma Unitaria, «respaldaron la medida y obtuvieron la mayoría de los votos para impulsarla».
 
Por su lado, Voluntad Popular, partido liderado por el dirigente ultraderechista Leopoldo López y al que perteneció Guaidó, habría confirmado al diario inglés que «ha habido un debate y hay cierto apoyo para (cancelar el gobierno interino)».
 
«Nosotros no estamos de acuerdo. Pensamos que sería una decisión desafortunada que implica el reconocimiento de Maduro», leyó Pérez Pirela lo dicho López.
 
En este punto recordó el papel de este personaje en el pretendido gobierno interino y también que ha sido otro de los que se ha apoderado de «los millones de dólares que nos han robado a los venezolanos y las venezolanas». 
 
Continuando con la historia precisó que un alto funcionario del gobierno de los Estados Unidos dijo a CNN que continuarán apoyando a Guaidó y a propósito del revuelo, el exparlamentario fue entrevistado por la cadena, «de mañanita, en programas con bajo rating».  
 
Guaidó, refirió, restó importancia a los informes y presentó al interinato como «una necesidad» amparada constitucionalmente, pese a que ha sido demostrado fehacientemente que nunca lo estuvo y que su pretendida posición obedece a un dictamen de la Casa Blanca. «Así sigue haciendo el ridículo Juan Guaidó, ahora en CNN», criticó. 
 
Más allá de lo expresado por el parlamentario, Pérez Pirela enfatizó que el cambio de aires se deja sentir en sus propias filas, donde resulta evidente que los esfuerzos propagandísticos no resultan suficientes para sostener un pretendido gobierno cuyos únicos –y dudosos méritos– son haber conseguido sanciones y apropiarse indebidamente del dinero del Estado venezolano en el extranjero, «es decir, habernos robado a todos los venezolanos y a todas las venezolanas». 
 
Así las cosas, Carlos Vecchio, uno de los lugartenientes de Guaidó y pretendido representante diplomático de Venezuela en los Estados Unidos, reconoció esta semana que es más «un exiliado que un embajador». 
 
El especialista tachó a este personero de «vagabundo» que «vive como rey en Washington, como pretendido representante diplomático de Venezuela en los Estados Unidos», al que «se le está acabando el pan de piquito» –las prebendas–, como se dice en Venezuela. 
 
Vecchio admitió el estatus real de su supuesta posición, al ser inquirido por la periodista y activista opositora Carla Angola –»que ha recibido mucha plata para hacerle propaganda a Juan Guaidó desde Miami– sobre la continuidad en su pseudocargo a partir del próximo enero. 
 
Destacó que el dirigente reconoció que ha hecho ‘lobbies’ en el Congreso estadounidense desde 2014 para conseguir que las administraciones de turno  apoyen las acciones del ala extremista de la oposición, algo que, según dijo, continuará haciendo. «No le da vergüenza decir esto», fustigó. 
 
«Este señor Vecchio ha sido uno de los autores fundamentales de las calamidades más arduas que ha sufrido el pueblo venezolano: niños que no tuvieron medicinas para curar sus enfermedades, adultos mayores que han tenido que vivir penurias económicas; hospitales y escuelas cercenados por el dinero que, entre otros, este señor, junto a Guaidó y Leopoldo López se robaron. 
 
Hoy día, Estados Unidos les está dando la espalda y ahora van a dejar la vida de pseudoembajadores para convertirse en ‘exiliados’. Lo cierto es que son ladrones de cuello blanco, que con las excusas de la política y del fin de una supuesta dictadura venezolana, se han hecho multimillonarios sobre las penas de nuestro querido pueblo venezolano», sintetizó para la audiencia internacional, no necesariamente familiarizada con el personaje.  
 
La estafa de las representaciones diplomáticas de Guaidó
 
La debacle no solo en el extranjero y acaso es todavía más ardua aguas adentro. Por ello refirió que antiguos partidarios de Guaidó también han admitido la estafa de las representaciones diplomáticas del autodenominado interinato en lugares clave como Colombia, que antes del arribo de Gustavo Petro a la Casa de Nariño, constituía el bastión más importante de Washington para conseguir el derrocamiento del gobierno venezolano.
 
Así, comentó, en declaraciones a la prensa, José Gregorio Correa, diputado a la Asamblea Nacional por un partido de oposición, responsabilizó a la dirigencia aglutinada en la Plataforma Unitaria de la dramática situación que padecen venezolanos migrantes. 
 
En su criterio, muchas de estas personas abandonaron el país engañadas por esos politiqueros y sufrieron las consecuencias de no contar con una representación diplomática real en los países que eligieron para asentarse. 
 
¿Habrá diálogo entre el Gobierno Bolivariano y la Plataforma Unitaria?
 
El experto advirtió que Correa también puso el acento en otro aspecto clave, del que Washington ha hecho un punto de honor: la reanudación de las negociaciones entre el Gobierno Bolivariano y el sector de la oposición respaldado por la Casa Blanca, so pena de incrementar las sanciones. 
 
«Creo que el cuento de las sanciones se le agotó a los Estados Unidos», expresó antes de compartir otro titular de LaIguana.TV donde se exponen detalles de esta noticia: «¿Cómo van las negociaciones entre Venezuela y EEUU para levantar las sanciones?». 
 
A ese respecto refirió que según expresara  Carlos Ron, viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela para asuntos de América del Norte en diálogo con la agencia Sputnik, la administración Biden y el gobierno de Nicolás Maduro están conversando directamente, aunque aún no han arribado a resultados concretos. 
 
«Una vez más, se trata de conversaciones en curso, aún no hemos llegado a conclusiones. Creo que lo importante aquí es entender que Venezuela siempre ha estado abierta al diálogo. La imposición de las sanciones fue algo que creó Estados Unidos. Esperamos que se decidan por un tipo de enfoque diferente hacia Venezuela y vuelvan a la diplomacia y a ese enfoque diferente», declaró el funcionario. 
 
El filósofo recordó que según voceros estadounidenses, su objetivo es que Caracas y los representantes de Guaidó discutan las condiciones de los próximos comicios presidenciales de 2024 –en su jerga, «elecciones libres y justas»–.
 
Si se hila más fino, resulta obvio que desde que se reanudaron los canales de comunicación directos entre el gobierno de Estados Unidos y Venezuela el pasado marzo, el ala extremista de la oposición no tiene nada que ofrecer a Maduro y, por consiguiente, no hay ningún estímulo para regresar a la mesa de negociación en México. 
 
Pese a ello, declaraciones recientes de Diosdado Cabello, considerado como «el número dos del chavismo» dentro y fuera del país, permiten deducir que la administración de Nicolás Maduro estaría considerando sentarse nuevamente con agentes de la Plataforma Unitaria, pero desde una posición decididamente ventajosa, resumió el analista. 
 
Venezuela se recupera y el interinato está en el foso
 
Pese a las sanciones, la golpeada economía venezolana exhibe inocultables muestras de recuperación, al punto que la Cepal ajustó su proyección de crecimiento hacia y el Fondo Monetario Internacional, instancia nada sospechosa de ser chavista, ratificó dicha tendencia. 
 
Así, destacó que aunque las preocupaciones económicas no han cesado, más de 6 de cada 10 entrevistados considera que el país va «por buen camino», dijo en referencia al más reciente estudio Monitor País de la firma venezolana Hinterlaces. 
 
En su criterio, las expectativas positivas de la población aún no consiguen su correlato en la esfera política. Quienes apuestan por un cambio político en Venezuela siguen sin encontrar un liderazgo o un programa que sea capaz de recoger sus aspiraciones e intereses en la oposición. 
 
En ese orden, el precitado sondeo recoge que el 50 % de los venezolanos en edad de votar no se siente identificado con ningún partido político –la despolitización, apreció–. Pero mientras la alianza gubernamental cuenta con una base de respaldo militante de 36 %, las organizaciones políticas opositoras consideradas como un todo, apenas concentran el 14 % de los apoyos. 
 
A su parecer, la situación es todavía más dramática si se evalúan los niveles de rechazo de los dirigentes y personalidades políticas que adversan al Gobierno Bolivariano, cuyo repudio sobrepasa el 80 % en el caso de las figuras del interinato respaldado por Washington.
 
«80 % de los venezolanos refuta, no quiere ver, no soporta, detesta a quienes propiciaron este gobierno paralelo, pseudogobierno paralelo de Guaidó y todas las fechorías que cometieron, robando a nuestro pueblo», reiteró. 
 
Elecciones adelantadas: un escenario posible en Venezuela 
 
Desde su punto de vista, este escenario tan desesperanzador para la oposición fue lo que motivó a Cabello a adelantar que los comicios presidenciales podrían realizase incluso antes de la oposición realice sus elecciones primarias. 
 
«Interesante propuesta, que incluso nos dice mucho de lo que se está hablando con los Estados Unidos. También el presidente Nicolás Maduro dijo: ‘cuidado y no se lanzan las elecciones, estamos preparados para lanzar las elecciones el año próximo, es decir, antes de lo que están previstas. Algo se está hablando sobre esto con los Estados Unidos», especuló. 
 
Regresando a las interpretaciones del analista político Óscar Schemel, puntualizó que la debacle de los dirigentes de la Plataforma Unitaria es de tal magnitud, que no representan una opción ni siquiera en una medición interna de fuerzas de cara a la selección de un eventual candidato único para las elecciones de 2024. 
 
Schemel es todavía más lapidario, pues asegura que la alternativa que tienen frente así personeros como Guaidó, Julio Borges, Henrique Capriles, Leopoldo López o Henry Ramos Allup, es ceder el paso a otras figuras. 
 
En su decir, la gente «los apartará» porque son la muestra del fracaso de una opción política que en más de dos décadas ha sido incapaz de convertirse en gobierno. 
 
Para redondear señaló que es muy posible que los altos funcionarios estadounidenses estén al corriente de estos resultados e incluso dispongan de informes propios, que no hacen públicos por los efectos negativos sobre sus políticas imperiales y de cara a las elecciones de mitad de período. 
 
En todo caso, a su juicio, el panorama descrito por Schemel y otros expertos no comprometidos con la propaganda apunta hacia la atomización de las fuerzas opositoras, la crisis de liderazgo y las grandes dificultades que enfrentarían estos sectores en la arena electoral.
 
«No les parezca extraño que continúen con este discurso de Bolsonaro que citamos hace poco: no puedo ganar elecciones y entonces digo que han sido fraudulentas», alertó. 
 
Resaltó que aunque hasta el propio Guaidó está en campaña y todos hablan de primarias, no hay acuerdo sobre las condiciones del ejercicio, sobre la participación de los venezolanos en el extranjero ni sobre el papel que jugará el Consejo Nacional Electoral en la contienda y más allá. 
 
A su parecer, los sectores más radicalizados, próximos a personajes como María Corina Machado y el propio Guaidó, podrían hacer estallar cualquier posibilidad de consensuar una candidatura única electa por las bases e incluso, signar una derrota catastrófica en las urnas frente a Maduro. 
 
Pérez Pirela opina que para ellos sería peor todavía que los comicios se adelantaran, como tanto ha demandado la autodenominada Plataforma Unitaria, pues aunque las autoridades electorales cedieran a todas sus demandas, incluso las menos razonables, no lograrían vencer. 
 
Ratificando lo expresado previamente, insistió en que esta tentativa ya ha sido deslizada por el propio Maduro y otros voceros del Partido Socialista Unido de Venezuela, por lo que no resulta descabellado pensar que se trata de uno de los puntos que Miraflores y la Casa Blanca están negociando a puerta cerrada. 
 
«Amanecerá y veremos, pero por ahí escuché a este fantoche de Guaidó diciendo que él dejará el supuesto cargo cuando hayan elecciones. Y si los Estados Unidos –el gobierno de Biden– y el gobierno de Maduro están pensando en adelantar las elecciones, ya esto lo sabe Guaidó y simplemente está huyendo hacia adelante», concluyó.
 
(LaIguana.TV)