Jair Bolsonaro patalea para no entregar la presidencia de Brasil, mientras la derecha peruana sigue haciendo todo lo que está en sus manos para no dejar gobernar a Pedro Castillo.
En la continuación de sus análisis de temas internacionales, Miguel Pérez Pirela abordó los acontecimientos políticos de otros dos países suramericanos: Brasil y Perú.
En primer término, se refirió al caso de Bolsonaro, presidente saliente brasileño, quien no parece estar dispuesto a ceder el poder tranquilamente, pues este martes introdujo un recurso para anular una parte de los sufragios de la pasada elección presidencial, en razón de supuestas irregularidades con las máquinas de votación.
Lo último de Bolsonaro: Pide anular parte de los votos de las elecciones presidenciales que ganó Lula, expuso el titular de LaIguana.TV.
Con el respaldo del líder del Partido Liberal, el de mayor bancada en el Congreso, Bolsonaro solicitó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Brasil anular los resultados de la votación en parte de las urnas utilizadas durante las elecciones de 2022.
“Bolsonaro actúa a imagen y semejanza de Trump. Él es un ‘trumpito’. Recordemos que Trump perdió su reelección y pataleó sin que nadie le prestara atención. Ahora Bolsonaro está en la misma onda”, puntualizó el presentador.
En el texto enviado al ente comicial se sostiene que se detectaron «inconformidades por mal funcionamiento irreparable» en los modelos de urnas UE2009, UE2010, UE2011, UE2013 y UE2015, utilizados en las elecciones de 2022, particularmente en lo que corresponde a los archivos de registro.
De acuerdo con el documento, si anulan los votos computados por las máquinas cuestionadas –que suman 352.000, cerca del 60 % del total–, Bolsonaro se alzaría la victoria.
“Pero lo sueños no empreñan. Nadie sale embarazada a partir de sueños, salvo la virgen María, pero es una excepción”, acotó.
Por su lado, el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Alexandre de Moraes, le exigió al Partido Liberal presentar evidencia de las presuntas fallas ocurridas durante la primera vuelta en el transcurso de las próximas 24 horas, pues se usaron los mismos equipos en las dos oportunidades.
La noche de este miércoles, el organismo comunicó que había rechazado la solicitud de la tolda política, a la que impuso una multa de 4,3 millones de dólares y el congelamiento de sus siglas, hasta tanto no paguen, por haber actuado de «mala fe».
“Bolsonaro y su gente salieron una vez más con las tablas en la cabeza y hasta parece que empavó a Neymar, quien había prometido dedicarle un gol en el primer partido de Brasil en el Mundial”, ironizó.
La OEA interviene en la crisis política de Perú
En cuanto al tema peruano, Pérez Pirela aseveró que, tal como se ha dicho en numerosos programas anteriores, el statu quo del país inca no piensa dejar que Pedro Castillo gobierne en paz ni siquiera un día y, de ser posible, hará que el mandatario termine preso.
En una jugada por decir lo menos arriesgada, el pasado 19 de octubre, el presidente de Perú, Pedro Castillo, solicitó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la activación de la Carta Democrática Interamericana, para frenar lo que considera reiterados intentos de golpes de Estado y resolver la crisis política que atraviesa el país andino.
“En otras palabras, le dará a Luis Almagro la posibilidad de montar un golpe de Estado, como ya lo hizo en Bolivia. Es como decirle a un león o a un zamuro, que cuide carne. Pretender sostenerse en la OEA para salvar una democracia es una locura y si es la OEA de Almagro, peor que peor”.
El Congreso, controlado por la oposición, le ha impedido participar en foros multilaterales y ha intentado expulsarlo de su cargo en varias oportunidades, mientras que desde la Fiscalía se le ha acusado una y otra vez por diversos actos de corrupción, a lo que se sumó un expediente por traición a la patria promovido desde el legislativo.
“Él llegó a la presidencia sin enterarse cómo, al estilo Forrest Gump, y de inmediato la derecha le hizo saber que no lo iban a dejar gobernar ni siquiera un día. Hemos hablado del desastre que es la Constitución peruana”, subrayó Pérez Pirela.
Un mes más tarde arribó a Lima una delegación de la OEA de la que participan funcionarios y exfuncionarios de media docena de países, cuya misión es estabilizar la situación interna del Perú, aunque su presencia no ha sido bien recibida por muchos opositores, que acusan al organismo de injerir en los asuntos internos de esa nación.
“No sé si es una buena idea, señor Castillo, pedir ayuda a la OEA de Almagro, cuya especialidad es dar golpes de Estado. No estoy tan seguro de que, como Castillo lo ha prometido, él pueda concluir su mandato en 2026”, apuntó el moderador.
Partidarios de Castillo también se volcaron a las calles de la capital para exigir el cese del hostigamiento hacia el mandatario, quien no ha podido adelantar su programa de reformas por los permanentes bloqueos en el Legislativos y las continuadas causas penales contra él y su círculo íntimo, incluyendo a su esposa.
La inminencia de la llegada de la OEA no evitó que el Congreso le negara la autorización al mandatario para que acudiera a la cumbre de la Alianza del Pacífico en México.
En solidaridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador suspendió el encuentro, en el que Perú recibiría la presidencia pro-témpore, tras lo cual Castillo ofreció celebrarla en Lima.
Aunque países como Bolivia han manifestado su desconfianza en la intervención de la OEA, dado el oprobioso historial del organismo, este martes se notificó que el Tribunal Superior del Perú anuló el proceso por traición a la patria que pesaba sobre el mandatario, tras una reunión con la delegación interamericana.
Desde que inició su mandato a mediados de 2021, Castillo ha tenido que lidiar con una crisis política que no parece tener fin, lo que le ha impedido desarrollar el programa de reformas, incluyendo la modificación de la actual Constitución, heredada de la dictadura de Alberto Fujimori.
“Se está buscando un lawfare para inhabilitarlo, meterlo preso o cualquier otra vía que lo saque del poder”, indicó.
(LaIguana.TV)
